Cuando Christian Cueva fue presentando en el estadio Alejandro Villanueva el pasado 11 de marzo, desde los parlantes comenzó a sonar la canción Mi Primer Amor de Armonía 10, en alusión al sentimiento que le generaba al futbolista el volver a Alianza Lima después de ocho años. Sin embargo, a lo largo de la temporada sus acciones no fueron en concordancia con sus palabras y hoy, cuando el club anunció que no formará parte del equipo para el próximo año, esa deuda que dijo que pagaría todavía quedará pendiente.
Hace nueve meses se paró emocionado frente a la hinchada que colmó el recinto victoriano –a propósito del partido frente a Cusco FC–, y se llevó todos los reflectores. Fue el fichaje esperado, quien debía guiar al equipo al tricampeonato y sacarle lustre a su calidad en la Copa Libertadores. Nada de eso sucedió y todo lo que dijo aquel día cayó en saco roto, sumado a sus actos de indisciplina y una grave lesión en la rodilla que terminó por romper sus promesas.