Francia buscó el gol apenas iniciado el primer tiempo. Quería aprovechar su localía y el apoyo de toda su gente en el Stade de France. Tuvo dos murallas para superar, la zaga portuguesa conformada por Pepe y Guerreiro y, también, el portero de Portugal que tuvo una excepcional actuación, Rui Patrício.
Venían los tiempos de descuento y todo hacía suponer que la final se definiría desde los puntos de penales. Éder no lo pensó así. De un potente remate de larga distancia convirtió el primero para su selección. La euforia de sus compañeros tanto en la cancha como en el banco se vivía en el abrazo de celebración.
En los minutos finales, Portugal mantuvo la seguridad en defensa y el cuadro francés no pudo anotar el empate. Una vez que el árbitro pitó el final del encuentro, la tristeza se apoderó de Francia. Algunos con lágrimas, otros tumbados en el suelo. Simplemente no podían creerlo, la perfecta fiesta que estaba por vivirse en París terminó en una tragedia. Los portugueses ganaban la primera Eurocopa de su historia.
EN VIDEO: Final Eurocopa: el golazo de Éder que le dio el título a Portugal.