La Bicolor fue ordenada tácticamente en el primer tiempo ante una Argentina que se mostraba ansiosa por anotar. Diego Romero volvió a ser providencial y Erick Noriega fue el líder de la defensa, y parecía que el partido podía ser controlado desde lo defensivo. Sin embargo, tras el descanso, un penal a Valentín Barco, que cobró Thiago Almada cambió todo. Con el marcador en contra, la ‘sele’ tuvo que adoptar otro rol, pero nunca pudo acercarse al arco rival. Y sobre el final, ya jugados en ataque, Luciano Gondou puso el 2-0 definitivo en un contragolpe letal.
Claves de la derrota
Tapó como pudo
Al igual que ante Chile, la actuación de Diego Romero fue crucial ante Argentina, hasta cierto punto. El joven arquero de Universitario fue el responsable de que el partido terminara sin goles en el primer tiempo. Con un orden defensivo de Perú y replegado atrás, la ‘Albiceleste’ tuvo mayor protagonismo en ataque y fue ahí donde terminó apareciendo ‘Chiquito’, salvando hasta en dos oportunidades su arco.
A los 12′, y luego de una asociación entre Cristian Medina y Thiago Almada, el primero entró al área para rematar, pero Romero le atajó el disparo no dando rebote. Y a los 29′, tras un error de Lutiger y el robo de pelota de Solari, nuevamente Medina disparó, pero el ‘1′ de la selección volvió a aparecer con los pies y manos para evitar su caída. No obstante, no pudo atajarle el disparo al ‘10′ argentino y sobre el final tampoco pudo evitar el 2-0, pues Almada le dejó servido la pelota a Gondou.
La firmeza del ‘4′
Además de Diego Romero, el otro punto alto de la selección a nivel individual fue Erick Noriega. El defensa de 22 años fue un líder atrás, evitando los espacios contra los atacantes argentinos. Además, metió la pierna fuerte cuando se le requería y resolvió de manera oportuna las situaciones donde era exigido.
El ‘4′ de la Bicolor siempre fue la primera salida buscando el segundo pase a Lutiger y así salir jugando por arriba. Más allá de los dos goles, el central de Comerciantes Unidos estuvo ajeno a responsabilidades, el penal no fue su culpa y en el contragolpe del segundo gol, la superioridad Argentina en el área fue mayor.
No entraron bien
Si ante Chile los cambios le cambiaron la cara a Perú, ya que del banco llegó el único gol, esta vez la fórmula no funcionó. Las variantes de Chemo no entraron bien al partido y poco o nada pudieron hacer para tratar de cambiar el destino de la Bicolor. Luego del primer gol, el DT movió el banquillo para buscar una reacción y proponer mayor ataque.
Chemo realizó tres cambios luego del 1.-0, mandó a Franchesco Flores (por Alvaro Rojas), Víctor Guzmán (por Diether Vásquez) y Adrián Ascues (por Juan Pablo Goicochea) para cambiar la propuesta y ser más ofensivos. Luego puso a Ian Wisdom (por Alessandro Burlamaqui) y a Julinho Astudillo (por Rafael Lutiger), pero ninguno destacó ni hizo la diferencia para acortar distancias.
Ni un solo remate al arco
La propuesta del 3-4-2-1 de Chemo ha tomado a muchos por sorpresa, pero le resultó ante Chile. Con esa misma formación intentó plasmar un plan de juego contra Argentina, teniendo orden táctico, salida rápida y solidez defensiva. Todo estaba saliendo como lo esperaba hasta los 53′ que llegó el penal, eso obligó a que Perú adopte un rol más ofensivo, el cual parecía no estar preparado.
Antes del gol, la ‘sele’ no tenía problemas con no tener el balón y dejarle grandes espacios a Argentina, la idea era replegarse en su campo y defender a capa y espada el resultado. Con el 1-0, la Bicolor tuvo que salir a buscar el empate, pero nunca tuvo una idea de juego clara y se quedó sin rematar al arco. Sin una propuesta ofensiva que trasciende fue imposible siquiera asustar al portero Brey.
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