Eslovaquia, liderada por Marek Hamsik, alimentó la racha victoriosa que le ha asentado como dominador del Grupo C, tras salir airoso de la visita de Macedonia, que creó más problemas de los esperados, aunque no evitó un nuevo triunfo del líder, que le aproxima a la fase final de la Eurocopa 2016.
El combinado de Jan Kozak cuenta sus partidos por victorias para desesperación de sus perseguidores, que no ven llegar un tropiezo eslovaco que reabra el panorama clasificatorio. Eslovaquia va encaminada a Francia. El sexto triunfo careció del brillo de las anteriores.
Hizo lo justo el conjunto centroeuropeo, que rentabilizó su salida en tromba y a los ocho minutos encontró el fruto con el gol de Kornel Salata. El defensor eslovaco estaba en el momento justo y en el lugar oportuno. Para cabecear un balón que llevó al área visitante Viktor Pecovsky tras un despeje del equipo macedonio.
El gol aplacó el ritmo, que decayó al antojo local. Eslovaquia resguardó la pelota para optar por transiciones más largas mientras Macedonia pretendía alargar su once para tener opción de llegada a la portería de Matus Kozacik. No inquietó al meta del Viktoria Plzen el equipo de Ljubinko Drulovic, penúltimo del grupo con un solo triunfo en los seis partidos jugados.
Un latigazo eslovaco despejó las dudas. Entró en acción Marek Hamsik. El atacante del Nápoles aprovechó un centro de Robert Mak para ejecutar una impecable finalización. Se marchó en velocidad, regateó al meta y marcó a placer.
Eslovaquia, con dos goles de ventaja en el descanso, se relajó después. Macedonia apostó por la sorpresa. La entrada de Mirko Ivanovski por Aleksandar Trajkovski dio otro aire al ataque visitante, que se metió definitivamente en el partido a veinte minutos del final, en un córner cerrado, botado a la izquierda de Kozacic, cabeceado primero por Muarem Muarem y remachada por Arijan Ademi.
El gol animó a Macedonia, que buscó el premio con más ahínco mientras el cuadro local procuraba recuperar el dominio para evitar un susto mayor.
Pero Macedonia no pudo disimular la inferioridad respecto a su rival, que supo manejar mejor el tiempo restante. La expulsión a diez minutos del final, por doble tarjeta amarilla, de Ferhan Hasani terminó por arruinar las ilusiones visitantes.