En todo el mundo, la sopa consiste en un caldo acompañado de ingredientes de origen vegetal y/o animal, pero qué pensarías si te digo que existe un país de Sudamérica donde este plato no es líquido, sino todo lo contrario, completamente sólido ¿Quieres saber dónde se come? Sigue leyendo esta nota de Líbero.
Para conocer el origen de este suculento plato, debemos trasladarnos hacia Paraguay, pues en este país sin salida al mar se encuentra la famosísima 'Sopa Paraguaya' que, de plano, de sopa no tiene absolutamente nada, ya que para su preparación se llega a utilizar el horno. Y no, tampoco se vaya a creer que todas las sustancias de esta nación lucen así, tan solo esta comida típica.
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¿Cómo nació la ‘Sopa Paraguaya’?
Como en toda platillo de la gastronomía local de cada nación, hay muchas versiones y la sopa paraguaya no es la excepción, pues una de estas data del siglo XIX y está relacionada con la cocinera del expresidente Carlos Antonio López (1844-1862), quien cocinaba la comida preferida del mandatario, pero al excederse en la cantidad de harina de maíz, esta se solidificó.
Para que la comida no se pierda, la chef vertió el contenido en una fuente para cocinarlo en el horno, tras lo cual lo presentó delante de embajadores de otros países en medio de una reunión oficial, quienes al probarlo quedaron encantados y ella reveló se llamaba la 'sopa paraguaya'.
Este relato es el más aceptado, pero también existe aquél que cuenta que cuando los indios guaraníes se quedaron sin carne y no tenían qué invitarle a los españoles, entonces sirvieron esta comida diciendo "soo opa" que significa "se terminó la carne".
Una más relata que los obreros paraguayos necesitaban de una sopa sólida para poder comerla mientras realizaban sus jornadas. Las versiones son muchas y quizás nunca se llegue a la verdad de esto.
¿Cómo se prepara la Sopa Paraguaya?
En la actualidad, la sopa paraguaya ha evolucionado y su receta cambiado hasta llegar hasta nuestros días, donde los insumos que se emplean destacan harina de maíz, leche, cebollas grandes, huevos, queso, orégano, sal, pimientas y aceite.
- Corta las cebollas en finas tiras y fríelas en aceite hasta que obtengan un aspecto transparente.
- En un bol, bate los huevos.
- Cuando estén unidos agrega leche y continúa batiendo.
- Echa harina de maíz y bate con el resto de ingredientes en el bol y que no queden grumos.
- Echa la cebolla, luego sal y pimienta al gusto.
- Corta el queso en cubos y agrégalo a la preparación. Con una cuchara que se una al resto, pero sin romperlos.
- Es momento de colocar nuestra preparación en el horno, pero un poco untado con aceite.
- En el horno debe estar por 30 minutos o, en su defecto, hasta que la sopa obtenga un aspecto dorado.
- Deja que entibie y córtalo en cuadrados.
- ¡A disfrutar!