Esta semana el Toro ha recibido acaso una de las estocadas más certeras que se recuerden. Red Bull ha anunciado el alejamiento de Adrian Newey, quizás el ingeniero más influyente en la historia de la Fórmula Uno. Bajo su liderazgo, se han desarrollado los monoplazas más exitosos de la categoría, lo que ha llevado a la escudería a ganar trece títulos de pilotos y once de constructores. Obsesionado con la aerodinámica, una dedicación que incluso le costó su trabajo en la escudería Leyton House, demostró con el tiempo que vencer la resistencia del aire con precisión quirúrgica era tan crucial como las habilidades del piloto en el asiento.
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Newey, graduado en aerodinámica y astronáutica en la Universidad de Southampton, tiene un salario de diez millones de euros en Red Bull, una de las remuneraciones más importantes de la categoría, que supera incluso los sueldos de George Russell y Oscar Piastri. Si se compara su monto con los salarios de la parrilla, Adrian tendría el octavo mejor, por detrás de Carlos Sainz. ¿Lo vale? Sin dudas que sí. De su talento han nacido los 13 títulos de pilotos acumulados entre Mansell (1992), Prost (1993), Hill (1996), Villeneuve (1997), Hakkinen (1998-1999), Vettel (2010-2013) y Verstappen (2021-2023). Con las escuderías, consagró los monoplazas de los títulos de Williams de 1992 a 1997, de McLaren en 1998, y los de Red Bull de 2010 a 2013, además del 2022 y 2023.
En esta misma columna, el 17 de marzo, comentamos la guerra civil que se estaba desatando en Red Bull producto de la denuncia que recayó sobre Christian Horner, director del equipo, por “conducta inapropiada” y las actitudes controvertidas que venía teniendo Helmut Marko en la escudería. Anotamos que en medio de esta disputa, Newey no se sentía cómodo y estaba considerando alejarse del drama. Hoy la amenaza se ha convertido en una realidad y el fuego cruzado de Red Bull ha cobrado su primera víctima. La figura de Adrian es tan importante en la escudería que, recordemos que en el 2023, Red Bull sufrió una sanción por exceder el techo presupuestario establecido por el salario del ingeniero.
No todo es dinero, más aún para un hombre que lo ha ganado todo. A sus 65 años, Adrian Newey quiere paz y Red Bull no deja de ser un rodeo de embistes. En este escenario de incomodidad evidente, todas las escuderías vecinas se acercaron al británico para brindarle una salida. Si bien aún no se ha anunciado su desembarco, y solamente se ha formalizado su salida de Red Bull, todo haría indicar que en el 2025, Newey llegaría a Ferrari. Medios italianos y periodistas allegados a la escudería azurra aseguran que el ingeniero llegaría con la intención de impulsar el monoplaza del 2026. El trato sería por 100 millones de euros por 4 años, es decir, 25 millones anuales, más del doble de lo que viene recibiendo en Red Bull. Es sabido también que Aston Martin habría igualado la oferta de Ferrari, pero el prestigio de la casa italiana y la composición del equipo (Hamilton-Leclerc) habrían influido en la decisión del británico.
Por lo pronto, Newey seguirá vinculado a Red Bull, trabajando en el diseño del RB17, que estará en pista en el 2025, y en el hypercar de Red Bull que presentará en Goodwood en el próximo mes de julio. “Durante casi dos décadas, ha sido un gran honor para mí haber desempeñado un papel clave en el progreso de Red Bull Racing desde un recién llegado hasta un equipo ganador de múltiples títulos. Sin embargo, siento que ahora es un momento oportuno para pasar el testigo a otros y buscar nuevos desafíos para mí. Mientras tanto, estamos apurando las etapas finales del desarrollo del RB17, por lo que destinaré el tiempo que me queda en centrarme en esto”, ha atinado a decir Adrian, dejando en claro su presente y abriendo sus oportunidades para el futuro. Se va el hacedor de títulos. Estocada durísima para un toro que generalmente está en condición de embiste.
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