Las monedas y billetes aumentan su valor con el tiempo y esto hace que se mueva mucho dinero en el ámbito de los coleccionistas. Cuando se habla de un ejemplar raro, antiguo o con defectos, entonces las grandes cantidades de dinero invertidos van creciendo, como es el caso que HOY te presentaremos en Líbero.
PUEDES VER: Brasil, el país donde puedes encontrar la piedra preciosa que supera en precio al diamante: ¿De cuál se trata?
¿Por qué este billete de 1,000 dólares cuesta tanto?
En el mercado de las subastas, hace 6 años, en 2018 se vendió un billete de 1,000 dólares de los Estados Unidos por la astronómica cifra de 3 millones. La primera impresión es que este es un monto terriblemente excesivo y, puede que lo sea, pero para muchos, este dinero vaya que lo vale.
Se le conoce en el mundillo de los coleccionistas como el "Grand Watermelon", que data del finales del siglo XIX, el cual se emitió únicamente entre los años 1890 y 1893, por lo que en pleno 2024 no han sobrevivido muchos, que se sepa solo existen 7 de estos ejemplares.
Sin embargo, la limitada impresión de este billete, como que tengan más de 100 años de salir al mercado, no son los únicos factores que este papel moneda tenga un precio tan desorbitante, sino también la forma de sandía que ostentan los tres ceros que la acompañan, siendo estas las tres características principales que hacen que sea no solo tan buscado entre los coleccionistas, sino sobre todo entre aquellos dispuestos a pagar una millonada.
¿Qué personaje aparece en el billete de 1.000 dólares de finales del siglo XIX?
Otro dato curioso del Grand Watermelon es que el personaje que adorna el billete de mil dólares es George Meade, General de División de las fuerzas de la Unión en la Batalla de Gettysburg en 1863 en el marco de la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865).
Por ello, si tienes la suerte de encontrarte con este raro billete en tu camino, no lo pienses dos veces, antes botarlo o guardarlo, mejor piensa en todo lo que podrías hacer con el cuantioso dinero que ganarías vendiéndolo a un ávido y solvente comprador.