El pasado sigue guardando secretos que todavía no descubrimos o, de plano, no estamos aún capacitados para entender, una muestra de ello es una misteriosa figura, parecida a la de un viajero espacial, encontrada en una pirámide maya que tiene más de 1,400 años de antigüedad, siendo caldo de cultivos para las más afiebradas teorías de la conspiración, pero la ciencia ha dado su veredicto al respecto.
PUEDES VER: La EXTRAÑA pirámide de 25.000 años que la ciencia NO SABE si fue construida por HUMANOS
¿El rey Pakal o un viajero del espacio?
Para ello, debemos trasladarnos al Estado de Chiapas, México, a la Zona Arqueológica de Palenque, en el interior del llamado Templo de las Inscripciones, estructura de forma piramidal que sirvió como tumba para el mítico rey maya, Pakal "El Grande", la misma que todavía guarda muchos misterios, como el que nos compete hoy.
A Pakal también se le conoció como el "rey que vino de las estrellas" destacando así el carácter divino o semidivino que este monarca utilizó para fundamentar su poder en la civilización maya, por lo que sus paredes nos muestran una rara escultura.
Este grabado en la piedra sería la representación del jerarca montado en lo que parece ser un vehículo espacial, aparentemente cogiendo lo que simularía ser el timón de la nave. Este y otros aspectos llevaron a muchos, sobre todo los adictos a las teorías de las conspiración, a bautizar esta escena como el "astronauta maya".
Y con ello, muchos investigadores de los recientemente llamados "alienígenas ancestrales" afirman que este es un dato inequívoco sobre la relación de Pakal con la vida extraterrestre, entre otras cosas por su longevidad cuando fue gobernante.
La tumba del rey Pakal y el "astronauta maya"
Kínich Hanaab Pakal II fue monarca maya por 68 años, y para el 659 d.C. estaba emprendiendo una de las campañas militares más importantes y trascendentales del Imperio Maya.
Cuando murió, Pakal fue enterrado con una escalera con forma de serpiente para que pudiera comunicarse con el mundo de los muertos, sumado a seis cuerpos que presentaban incrustaciones en los dientes, que eran personas de la nobleza sacrificados para acompañar al rey en su viaje al otro mundo.
El cadáver del jerarca, por su parte, fue cubierto de cinabrio, joyas de jade y una máscara de mosaico que cubría su rostro.
El "astronauta maya" y los extraterrestres
Erick Von Däniken, en su libro "Recuerdos del futuro" de 1968 argumentaría que lo que vemos en el Templo de las Inscripciones no es la tumba de un rey, sino la de un "astronauta alienígena".
Vale recordar que en la década de los 60, los conocimientos sobre este recinto no eran extensos, dejando un espacio a este tipo de teorías donde encontraban asidero, pero con los años siguientes, la ciencia lo refutó rotundamente.
Sin embargo, ello no evitó que la pseudociencia expandiera a la enésima potencia esta teoría, tergiversando en no pocas personas las percepción que se tiene sobre la cultura maya, entre las cuales destacan la talla superior de Pakal comparado con el poblador común y corriente, así como especulaciones de su ascenso al trono a temprana edad, en la adolescencia.
"Estas afirmaciones, según el novelista (Von Däniken), se comprueban porque el cadáver hallado tenía una estatura de 1.70 metros, lo cual no corresponde con las características generales que se han estudiado de los antiguos mayas, pues estos no rebasan, en su mayoría, 1.50 metros de estatura".
¿Cuál es el significado del grabado del Astronauta Maya?
Por su parte, arqueólogos como Eduardo Matos Moctezuma, dijo en la revista Arqueología Mexicana que las personas que postulan y fomentan estas teorías de conspiración "son ignorantes… niegan el poder creativo del hombre y acuden ideas extravagantes e irreales sin valor científico".
La arqueología nos dice que este sería el relato de la muerte y ascensión de Pakal, comenzando con él recostado en el centro del universo, para seguidamente descender al inframundo, lugar donde albergará la divinidad dentro suyo.
Hecho esto, Pakal iniciaría su viaje al plano celestial en el cual será ayudado por K’awill y el dios bufón Hu’unal, mostrados como serpientes de dos cabezas.
Esto sería una muestra de lo compleja que era la cosmovisión del mundo material e inmaterial que tenían los mayas; pero, también este tipo de grabados sirvieron para mantener la estructura social intacta, principalmente perpetuando la continuación de las familias reinantes validando su poder con todo lo que ello supone.