—¿Puede seguir desde Londres al Espanyol?
—Tengo dos pericos en casa, que siguen siempre los partidos. Cuando los partidos del Espanyol no coinciden con los del Tottenham, los vemos.
—¿Y cómo lo ve?
—Es un proyecto bonito, de gente joven incluido el entrenador. Tengo una muy buena relación con Sergio, le conozco muy bien. Siempre tengo la ilusión de que las cosas marchen bien y de que el Espanyol se asiente en esa zona en la que siempre merece estar. En el fútbol sabemos que no es fácil.
—¿Vivió intensamente la pasada temporada?
—Fue una muy buena temporada. El fútbol se vive a través de las emociones, de las ilusiones, y en la última temporada la gente estuvo ilusionada hasta el último día. Recuperar la ilusión de la gente es lo bonito. Lo de la Copa fue una pena, en la ida en Bilbao el equipo mereció marcar más goles, tuvo ocasiones, y después es cierto que se perdió la eliminatoria en la primera parte de Cornellà.
—Y Europa fue una opción real hasta la última jornada...
—El final fue interesante, mantuvo enganchada a la gente. Tras un comienzo que nunca es fácil, el equipo ha jugado un buen fútbol.
—¿Ve similitudes entre usted y Sergio González?
—La única similitud es que ambos comenzamos a entrenar en el Espanyol. ¿Comparar? Ni él estará contento ni yo tampoco. Lo bueno es que tiene su idea futbolística.
—¿Cómo se ven desde un fútbol con dinero como el inglés las penurias económicas del Espanyol?
—La diferencia entre Inglaterra y España es que aquí la distancia entre Barcelona, Madrid, Atlético y ahora quizá Valencia con el resto. Hay 15 o 16 equipos con un potencial muy parejo: cualquiera puede ser sexto o décimocuarto. En Inglaterra hay menos diferencia con Chelsea, Liverpool o Manchester United, hay más equilibrio. Eso lo da el reparto televisivo. La competición es mucho más atractiva en Inglaterra que en España por eso. Es la diferencia fundamental.
—Con el Tottenham, disputará esta temporada la Europa League. ¿Se imagina algún día medirse al Espanyol?
—Sería un gran sueño poder jugar contra el Espanyol en una competición europea. Es algo que el Espanyol viene buscando desde hace tiempo, desde la final de 2007 contra el Sevilla. Es algo que hace que crezca el aficionado, que la marca Espanyol se propague por Europa. Es la ilusión que todos perseguimos, ser regulares en Europa, aunque es difícil concretarla porque el club, como muchos otros, está viviendo una difícil situación. El potencial del Espanyol existe.
—¿Se ve algún día de vuelta en el Espanyol?
—Yo nunca cierro las puertas. ¿Cuántos entrenadores dan vueltas? Azkargorta, Camacho, Clemente... ¿Por qué no algún día yo? Solo puedo decir cosas buenas para el Espanyol, estoy muy agradecido, quiero a mucha gente y sé que mucha gente también me quiere. A veces, cuando tú pasas muchos años en algún sitio, el desgaste hace que las cosas se vean con poca perspectiva, pero desde mi parte siempre el Espanyol es un lugar especial en mi corazón. De eso no hay ninguna duda.