Islandia es un pequeño país europeo que, posiblemente, es uno de los más particulares en todo el mundo, al punto que se puede decir que la gran mayoría se conoce, razón por la cual los islandeses recurren a la tecnología para que, antes de tener una cita con alguien, verifiquen si no se trate de algún pariente.
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Emparentados por la misma sangre
Y es que Islandia cuenta en la actualidad con una pequeña población que no alcanza al medio millón, siendo 382.003 personas que habitan esta isla cercana al Ártico y que es incluido como parte de los Países Nórdicos, es por ello que es fácil que no pocos de sus ciudadanos estén relacionados por lazos de sangre.
Por ello, cuando un islandés se decanta por las mieles del amor, debe estar seguro no estar emparentado con esa persona de su interés, razón por la cual recurren a una aplicación en línea para evitar cometer un craso error que podrían lamentar.
Y es que con este aplicativo impulsado por el Gobierno, sabiendo que un grueso de la población está relacionada por lazos sanguíneos: se trata de Islendingabok, la misma que se caracteriza por contar con una enorme data genealógica sobre sus ciudadanos y raíces.
De hecho, la información que maneja esta app es muy antigua, al punto que se rastrea desde los primeros asentamientos en esta isla que datan de hace 1,200 años (es decir, desde la centuria del 800 d.C.).
Este proyecto fue impulsado por un centro especializado en genética médica llamado deCODE, perteneciente a Friorik Skulasson, un empresario informático islandés, la cual recoge información detallada sobre censos locales, además de incluir los recopilados por la Iglesia Nacional de Islandia.
Entre todos estos datos, también se incluyen libros históricos, registros civiles, entre otros que enriquecen este aplicativo.
¿Cómo se construyen los apellidos en Islandia?
Todo esto se basa en que los apellidos islandeses no siguen la misma lógica que los aplicados en Occidente, ya que estos no se heredan (como en casi todo el mundo), sino todo lo contrario, estos se construyen uniendo sílabas y palabras ¿Cómo así? Simple, se une el nombre del padre acompañado de la palabra islandesa "sson" (hijo) o "dottir" (hija).
Esta forma única de apellidarse hace muy complicado, por ejemplo, reconocer la descendencia entre las familias y personas. Esto ha conllevado a que, de acuerdo al deCODE, los islandeses compartan relación de consanguinidad en su 6° y 8° generación.
Por ello, cuando un islandés recurre a Islendingabok, puede conocer los orígenes de un o una pretendiente, así como a todos los miembros de su familia o clan, además de quién es la persona más vieja viva de esta, como sus posesiones.