21/08/2024

Fossati y por qué “le importa un h...” lo que digan: ¿cuál es el escenario del DT a menos de un mes de la convocatoria? [VIDEO]

El pasado Martes 06

Que un seleccionador diga plácidamente en una entrevista que le importa un huevo lo que digan, refiriéndose a un sector de la prensa y a sus detractores, resulta por lo menos perturbador. Más aún si es el DT de la selección peruana.

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La forma acalorada y simplona en la que Jorge Fossati resuelve la interrogante del periodista ecuatoriano Pepe Mera a través de una conversación en línea, contrasta mucho con la parsimonia y serenidad desesperante con la que hace poco menos de dos semanas compareció ante los medios locales en la sede de la selección peruana. Un total de 41 minutos y 36 segundos le tomó a Fossati responder a la primera pregunta, en lo que fue un balance nada pedagógico, producto de un discurso soporífero y huérfano de autocrítica.

La palabra de Fossati

Pero volvamos a la peculiar entrevista. El contexto es el siguiente: el periodista y youtuber pregunta sobre la vigencia de Paolo Guerrero e insiste sobre si seguirá siendo convocado pese a las críticas por ser un jugador ya de 40 años y actualmente impedido del ejercicio profesional por un tema de desvinculación con César Vallejo, a lo que el DT de la Blanquirroja responde que, a su parecer, el futbolista se encuentra en perfecto estado físico y resulta ser un ejemplo para los más jóvenes, por lo que seguirá convocándolo siempre que lo considere apto. Y como para que no queden dudas de su postura, el uruguayo sentencia con tintes de un dictador en miniatura: No va a poder ninguna crítica más allá de lo que yo piense. Me importa un huevo lo que piensen, si está bien lo voy a convocar sí o sí”.

Distraídos por la enésima crisis en Alianza Lima, sumado a la gran expectativa que despertaba la participación de Kimberly García en los Juegos Olímpicos y las cinco horas de discurso presidencial de Dina Boluarte por Fiestas Patrias, la disertación frontal y poco amistosa del entrenador pasó por agua tibia. Sin embargo, resulta propicio tenerla en cuenta frente al futuro inmediato del seleccionador, que por estos días debe estar disipándose de las críticas para concentrarse en lo que debería ser su prueba de fuego: la fecha doble de Eliminatorias ante Colombia y Ecuador a inicios de septiembre. próximo.

Y como si de un pendiente se tratase, Fossati reapareció este lunes antes las cámara para, esta vez sí, criticar el accionar de Christian Cueva en las últimas semanas -ampays en fiestas y hasta fumando-. Para el técnico este tipo de actitudes no son propias de un futbolista, menos de alguien que quiere estar en la selección.

“Me produce bronca, porque lo quiero mucho como persona. Es culpa de él. A mí me molestaría y mucho, si está a dos o tres días de que su equipo tenga partido y ande así. En la medida que no está en un equipo y entrenando, cada día que pasa lo aleja de la Selección”, aseguró a Movistar.

A solo un mes del partido ante Colombia, parece que va quedando claro los descartes de Fossati para el partido de Eliminatorias. Y si bien, apoyó a Cueva hasta su reaparición en la Copa América, el crédito se le acabó al volante. Su fiestas lo consumieron.

Las tareas pendientes

El universo convocable de jugadores se sigue reduciendo, o en el mejor de los casos se desmejora respecto al volumen de candidatos. Desde que asumió ser el reemplazo de Juan Reynoso, a Fossati se le ha terminado por echar a perder un jugador hasta cierto punto interesante como Christofer Gonzáles, actualmente con un futuro incierto en Universitario; mientras que los 95 minutos de juego que le concedió a Paolo Guerrero en la Copa América no han servido para desempolvar su vigencia. El delantero no ha vuelto a jugar a raíz de un conflicto legal con el cuadro poeta que promete resolverse en la vía judicial en largo tiempo.

Su otra gran apuesta, Christian Cueva, sigue sin encontrar equipo y desde que volvió a Lima procedente del torneo continental acumula ya dos ampays y ha sido protagonista nuevamente de las secciones de farándula. Por otra parte, está el caso sin resolver de Renato Tapia, quien se negó a disputar la Copa en Estados Unidos por temas administrativos que implicaban una cobertura médica que la FPF no quiso asumir. El mediocampista de 29 años todavía no encuentra equipo y en unos días cumplirá un mes sin disputar un partido oficial.

Así, a tres semanas de lo que debería ser el anuncio oficial de la convocatoria para las Eliminatorias, la gran apuesta del entrenador Fossati está puesta en jaque. Aunque existen todavía mínimos indicios de que alguna mejoría puede evidenciarse en un corto plazo. Un ejemplo es Joao Grimaldo, que en la Copa América inexplicablemente sumó menos minutos que Cueva y que por estos días finalmente logró emigrar al Partizán de Belgrado. Otra buena noticia resulta la permanencia de Gianluca Lapadula en el Cagliari, jugador que representa la máxima carta de gol en la Blanquirroja y que por estos días volvió a anotar en un amistoso de pretemporada ante el Catanzaro de la Serie B italiana.

Una importante mejoría en el rendimiento de Miguel Trauco, quien ha vuelto a ser titular en el Criciúma de Brasil e incluso, recientemente, anotó; también contrasta positivamente con todos los argumentos que plantean a un Perú desfalleciendo en su sueño mundialista. Eso sí, la tarea no es para nada sencilla, puesto que la selección peruana se ubica en el último lugar de la tabla de posiciones con apenas dos unidades, disputadas ya un total de seis fechas.

  • Números desde el último partido de Perú en la Copa
Jugador Partidos Minutos Goles
Paolo Guerrero 0 0 0
Christian Cueva 0 0 0
Renato Tapia 0 0 0
Miguel Trauco 8 439 1

Los tiempos ajustados

Con su 3-5-2 resuelto como la disposición táctica, pese a las complicaciones de sus propios jugadores puestas en evidencia, inclusive, en declaraciones, Perú -como en la Copa América- debe prepararse para padecer de resolución ofensiva y claridad de ideas en el mediocampo. Otra vez con Cueva, si es convocado, muy debajo de su nivel y con un Guerrero desmejorado por la falta de actividad.

Restan tres semanas para el anuncio de la convocatoria, pero la lista debería estar definida en dos semanas. Esto, bajo una lógica convencional, debería dar por descartados a Paolo Guerrero y a Christian Cueva, salvo que en dos semanas se pongan en forma y sumen por los menos dos partidos fantásticos en la Liga 1 o en la liga a la que lleguen. Por antecedentes y coyuntura, esto último parece improbable. La salvedad es que Fossati pase por encima estos detalles y apueste por ellos como en la Copa.

Otro tema por resolver es el de André Carrillo, un habitual convocable de la selección peruana, que tras la Copa América fue criticado duramente por irse de fiesta días después de una penosa eliminación, la peor en 29 años para Perú en el torneo continental. A esto se suman sus coloridas declaraciones en hasta dos programas de exfutbolistas, donde expuso de alguna manera el compromiso de los seleccionados en las convocatorias.

Partidos decisivos

Perú no tiene más ensayos de por medio y margen de error ya es mínimo. Una derrota en Lima el próximo 4 de septiembre frente a la selección de Colombia es un resultado muy lógico, respecto al colero de las Eliminatorias enfrentando al reciente finalista de Copa América. Sin embargo, que se concrete debería poner contra las cuerdas al técnico uruguayo, que cinco días después deberá visitar a Ecuador en Quito.

Con una selección que apenas ha podido anotar un gol en los últimos nueve partidos oficiales, y que además padece de un cúmulo de deficiencias que alcanzan hasta factores emocionales, estos dos partidos son claves para ver en acción todo el repertorio de Fossati, quien desde el primer día advirtió que lograr convencer a los jugadores de su idea es vital para el éxito. “A mi gusto falta estabilizar lo emocional, pero estoy seguro que lo vamos a ir alcanzando”, advirtió el técnico antes de la Copa.

En tres semanas sabremos si está dispuesto a morir en su ley convocando a jugadores como Cueva o Guerrero y apuesta por la experiencia para hacerle frente al equipo de Néstor Lorenzo. O finalmente flexibiliza sus argumentos para diseñar un equipo compacto y peleonero con jugadores en situación vigente.

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