La medalla de bronce de Stefano Peschiera en los Juegos Olímpicos París 2024 no solo se festejó en todo el Perú, sino en diversas partes del mundo donde residen los peruanos, que celebraron un podio olímpico después de 32 años. Precisamente, en Diano Castello, una localidad italiana en el Mediterráneo, una referente de la vela nacional se emocionó por lo logrado por su excompañero en esta clase y tras la sobresaliente actuación de María Belén Bazo (4° en Windsurf). Hablamos de Paloma Schmidt, cuatro veces olímpica (Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020) en la modalidad de Dingui, que analiza la histórica participación de la vela en la bahía de Marsella, ciudad en la que se desarrolló este deporte y en donde la bandera peruana se hizo tras lo hecho por Peschiera.
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Schmidt, que se retiró tras Tokio 2020 (realizado en el 2021 debido a la pandemia), conversa con Deporte Total mientras afronta la regata más difícil, cuidar al pequeño Tomás, el hijo por el que tanto luchó y que, ahora, con ocho meses nos acompaña en la charla con sus balbuceos. “Acá estamos, viviendo ese sueño de ser madre con todas esas cosas nuevas”, nos comenta. Paloma considera que las actuaciones de Peschiera y Bazo pueden provocar un mayor interés de jóvenes por la vela, pero advierte que no se cuenta con un programa para masificar el deporte que le entregó al país su quinta presea en la historia de los JJ.OO. Eso sí, para la exdeportista, que ya ha tenido experiencia como entrenadora en Europa y que tiene proyectos en mente en el Perú a futuro, no es tarde para reaccionar e incentivar la práctica de esta disciplina acuática a la cual no considera elitista, como muchos dicen.
-¿Qué recuerdas de los inicios de Stefano Peschiera en la vela?
Los primeros Juegos Olímpicos de Stefano fueron en Río 2016 y era la primera vez que yo iba acompañada con otra persona a los Juegos. Fue lindo porque al final no era una solitaria por ahí caminando, divagando en una zona de Perú para la vela. Fue bonita la primera vez que finalmente íbamos como un miniquipo, ya iba finalmente acompañada. Stefano entra a mi radar deportivo cuando entrenaba y ya ganaba campeonatos norteamericanos por equipo, individuales también. Medallista mundial por equipos. Es un personaje que lo tengo presente desde hace muchísimos años. Yo ya estaba en Láser, en lo que ahora llaman ILCA (también se conoce como Dingui) y su nombre ya lo tenía presente así como el de Caterina Romero (medallista de oro en la clase Sunfish en los Juegos Panamericanos Santiago 2023), como Jean Paul de Trazegnies (campeón mundial en la clase Sunfish), toda esa generación casi después de la mía, un poquito más chiquitos, de repente, pero ahí no más. Stefano siempre fue un chico con mucho talento. Yo creo que sabía lo que quería, tenía muchas ganas de sobresalir a nivel internacional, de ganar, de estar presente. Eso lo ha llevado a conseguir muchos campeonatos importantes, como esta medalla en París 2024.
-Decía él que tenía planeado estar en solo dos Juegos Olímpicos y justamente, en su tercera participación se queda con la medalla de bronce...
Él viene de una familia muy trabajadora, de una estructura, de una organización digamos de empresa. Me imagino que a raíz de su relación empresarial es que ha organizado su vida, digamos hago dos Juegos, me retiro, trabajo, hago esto, construyó esto, abro una empresa. Ese tipo de persona me lo imagino. No lo conozco tanto así, pero me lo imagino un poco más. No le he preguntado a detalle cómo es que se le ocurrió un plan de dos Juegos. Por ejemplo, yo no soy tanto de planear mi vida. Voy un poquito más a ver qué va saliendo, de qué tengo ganas ahora y voy. Ese comentario de los dos Juegos tiene un tono un poco más empresarial.
-Previo al Medal Race se hablaba mucho de las opciones matemáticas que tenía Stefano para lograr meterse al podio olímpico, ¿también sentías que tenía grandes posibilidades de ser medallista?
Yo sí me imaginé antes en los juegos que correría la Medal Race. Tenía dentro de mí candidatos a correr la final. Yo sí lo contemplaba como un fuerte candidato, no como uno seguro, porque deben haber al menos unos 15 veleristas en esa clase que pueden quedar en el podio durante todo el año. Es una clase muy competitiva, muy fuerte. Entonces era así un fuerte candidato a correr la final. Sinceramente, no me atreví a ponerlo como un candidato a medalla porque como te decía, de esos 15 veleristas cualquiera puede ganar la medalla. Plantear un candidato a medalla no es una cosa fácil excepto por el australiano (Matt Wearn) porque siempre estuvo en el top tres en todos los campeonatos durante los últimos dos años. Es el único que venía muy fuerte, pero el resto era cuestión de que le agarre la semana de inspiración y sucedió así, al final. El australiano se llevó el oro y Stefano consiguió meterse al podio.
-Las condiciones climatológicas jugaron también a nuestro favor...
El formato de estos Juegos han sido de cinco días, normalmente los Juegos son de una semana, dividido en tres días para las primeras regatas, descansas un día y luego se compiten dos días seguidos para después correr la Medal Race. Eso también te da más variabilidad de condiciones porque la programación meteorológica muchas veces tiene tres días calientes y después cambia el clima los próximos cuatro días. Así, al tener todo compartido en cinco días es muy probable que las condiciones sean muy similares. A eso súmale que si empiezas bien, puedes mantener esa motivación de correr en lugar de los siete días, donde te vas gastando física y mentalmente. Es más, los aplazamientos te generan mayor tensión.
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-¿Y esa decisión de tener la prueba todo de corrido fue de la World Sailing?
Sí, junto al comité organizador de París 2024. Yo creo que por abaratar un poco de recursos. Fueron diez modalidades olímpicas y había solamente cuatro canchas en la bahía de Marsella, que es una bahía bastante reducida en espacio y se sabe que en el Mediterráneo, en el verano, no hay una zona predominante de viento. Hay mucho calor, no hay diferencias térmicas que te permitan entrar de viento y el riesgo era alto, como muchos se dieron cuenta con los aplazamientos. Todas las Medal Race se han corrido el día después de lo programado excepto la de Fórmula Kite de mujeres.
-Es más, la Medal Race de Stefano se corrió dos veces y lo favoreció a él...
Claro. Dejó de soplar el viento y esto ha pasado durante toda la semana. Han tenido regatas de varias horas de espera para que suba el viento, días que no se han podido correr, que se han tenido que recuperar al día siguiente. Ese juego mental, ese agotamiento mental, la verdad que al tener una semana de siete u ocho días te obliga a mantener la motivación, la concentración. En cinco días, como se ha visto en París 2024, es más fácil. Si empiezas bien ya tienes un paso bien puesto adelante porque es muy poquito el tiempo que tienes que mantenerte con esa motivación, que tienes que sostener todo. No digo que eso le ha favorecido a Stefano, que por eso ha ganado, sino que son varios factores los que al final juegan para que llegues a la final y estés un poquito mejor o un poquito peor. En realidad, las primeras regatas de Stefano fueron buenas y ahí asegura su clasificación al Medal Race.
-Hubo muchas quejas por el clima de parte de los deportistas y del público...
Pensaría que los Juegos Olímpicos de verano no pueden ser en las dos semanas más calurosas de Europa. Justamente la última de julio y la primera de agosto y acá estamos así, es una locura. Encima en una ciudad de concreto porque si se hace en el mediterráneo al menos tienes la brisa del mar, pero en las grandes ciudades europeas, París, Roma, Madrid, te cocinas estas dos semanas. Simplemente es impensable.
-¿Y qué opinión tienes acerca del cuarto lugar de María Belén Bazo?
No me podía perder, ni de vainas, la Medal Race de ‘Mabel’. La conozco desde muy chiquita, hemos compartido alojamiento en algunos campamentos, en circuitos. Compartí la habitación y comida con ella en Tokio 2020. La vi ahora último en Palma de Mallorca (Bazo compitió en el Trofeo Princesa Sofía, válido por la World Cup Series de la World Sailing), estuve acompañando a mi esposo allá con mi pequeño y estaba María Belén recién regresando a las competencias después de estar un poquito alejada, con algunas cosas que le tocaron vivir, y justamente le dije que contaba conmigo, así yo esté en la China, que me podía llamar, que para lo que necesitaría, yo estaba ahí para apoyarla. Por todo eso también estuve detrás de ella.
-Imagino que celebraste su gran actuación...
Recuerdo que cuando pasó a la semifinal, justo Tomás se despertaba y tenía que ayudarlo a que siguiera durmiendo. Yo estaba muy emocionada por lo de María Belén que no podía ver a mi hijo y le dije “por favor hijito, no puedo ahorita, no puedo, no puedo”. Es más, la vi por el track (de la web), no la vi por video, no tenía cómo acceder al video. Es más, en ese momento fui a casa de mi suegro a decirle que tenía que ver la semifinal en un canal de TV, a buscar quién estaba transmitiendo, pero al final volví a verla en el track porque pasaban la competencia, pero con mucho ‘delay’, como de un minuto y medio de retraso, entonces decidí verla por el track que fue súper emocionante lo que hizo María Belén. Si bien el bronce de Stefano (Peschiera) es algo inmenso, creo que lo que ha conseguido María Belén es tanto como la medalla de Stefano o de repente o más por todo lo que ha pasado en estos últimos meses.
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