El delantero de Alianza Lima, Hernán Barcos, podría haber jugado su último partido en el club 'blanquiazul' ante UTC en Cajabamba. 'El Pirata' sufrió una lesión y fue reemplazado por Paolo Guerrero. La institución comunicó que el atacante tuvo un desgarro muscular en segundo grado en los músculos isquiotibiales de la pierna derecha.
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Tras conocer la situación del futbolista argentino nacionalizado peruano, el director de fútbol 'Intimo', Bruno Marioni, se refirió a la renovación del atacante. "Está en los planes, estamos avanzando con su renovación. Ya hemos conversado con él, tenemos una comunicación muy buena con Hernán", precisó.
En caso no se llegue a un acuerdo con Barcos, el enfrentamiento contra UTC de Cajamarca sería su último partido vistiendo los colores de Alianza Lima. Solo queda esperar el comunicado que se debería publicar en los próximos meses.
Se debe tener en cuenta que 'El Pirata' no jugará los últimos 3 partidos con los 'blanquiazules'. Esta es una gran baja para el equipo dirigido por el entrenador técnico, Mariano Soso, quien tendrá que buscar un reemplazante para el delantero, la opción que más resalta es la de Paolo Guerrero. Sin embargo, también puede contar con Pablo Sabbag y Matías Succar.
Sobre el desgarro muscular en segundo grado en los músculos isquiotibiales
Es una lesión que afecta a las fibras musculares de estos músculos, que se localizan en la parte posterior del muslo. Este tipo de desgarro implica una ruptura parcial de las fibras, lo que puede causar dolor intenso, hinchazón, y debilidad en la zona afectada.
Los isquiotibiales son fundamentales para actividades como correr, saltar y levantar objetos. La lesión suele ocurrir debido a un esfuerzo excesivo, un estiramiento inadecuado, o movimientos bruscos. Los síntomas incluyen dolor agudo durante la actividad física, dificultad para caminar o realizar movimientos normales, y una sensación de rigidez.
El tratamiento inicial generalmente incluye reposo, hielo, compresión y elevación (método RICE). También se recomienda la fisioterapia para fortalecer el músculo y recuperar la movilidad. En algunos casos, se puede necesitar un programa de rehabilitación más intensivo.
La recuperación de un desgarro de segundo grado puede llevar varias semanas, y es fundamental seguir las indicaciones médicas para evitar recaídas o complicaciones. La prevención, a través de un buen calentamiento y entrenamiento de fuerza, es clave para reducir el riesgo de estas lesiones.