ueve a preocupación el poco trabajo visible en República Dominicana en cuanto a la reconstrucción de los estadios deportivos que serán escenario de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Santo Domingo 2026.
Pero, a pesar de que no se ha puesto un clavo en esos estadios que necesitan ser mejorados, el Comité Organizador, impide que las Federaciones del área continúen utilizándolos en sus prácticas diarias, lo que ocasiona pérdida de tiempo y otros males.
En las instalaciones del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, solo se ha remodelado el estadio Olímpico Félix Sánchez, no por los Juegos Centroamericanos y del Caribe, sino por la presencia en el país del Mundial Femenino Sub-17, que, dicho sea de paso, ha sido un gran éxito.
Según van las cosas, luce que República Dominicana podría abortar ese compromiso y quedar con la “cara larga”, como ha ocurrido con esta misma versión de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en tres países del área.
El Centro Olímpico Juan Pablo Duarte necesita ser remodelado, el Complejo Acuático, el Velódromo, el Pabellón de Voleibol, los estadios de béisbol y otros.
Sin embargo, solo se trabaja en el Palacio de los Deportes, pero a pasos lentos y a las demás instalaciones no se les ha puesto las manos.
Pero más grave aún, es que, se les impide su uso a las federaciones, lo que viene causando retraso en sus programas de preparación.
Otro punto que causa preocupación, es que varias de esas federaciones han perdido y seguirán perdiendo participación en eventos internacionales, porque el ministro de deportes, Kelvin Cruz, sigue en el Limbo.
El nuevo ministro sólo está dedicado a viajar, y asistir a actos sociales y deportivos y a muchas reuniones fuera del Ministerio de Deportes, pero no ha solucionado nada. Sería bueno saber quiénes lo están asesorando.
El deporte dominicano, se puede decir con firmeza, ha perdido tres meses de este Ciclo Olímpico, con el cambio de mando en el Ministerio de Deportes. Duele decirlo, pero es la verdad.
Hay que solucionar esos viajes al exterior de los atletas dominicanos, porque si llegan eventos clasificatorios y no asistimos, vendrán sanciones, tendremos Juegos, pero no atletas.
Siguiendo con los trabajos de reparación de las instalaciones, es preocupante que no se esté trabajando al ritmo necesario.
Estamos prácticamente en noviembre y en diciembre nadie trabaja en República Dominicana y el tiempo sigue poniéndose corto.
¿Qué están esperando? No me explico, pero tampoco hay explicación del Comité Organizador, que trabaja en otros órdenes y cuyas reuniones no sé cómo las realizan, porque todavía, ni siquiera un local donde despachar tiene.
Al final del túnel que está muy cerca del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, percibo oscuridad y un casi seguro aborto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Qué pena.
Por: Héctor García
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