El próximo domingo 3 de noviembre, los relojes en Estados Unidos se retrasarán una hora, dando inicio al horario de invierno 2024. A las 2:00 a.m., finalizará el horario de verano, que comenzó en marzo, y los relojes se ajustarán a la 1:00 a.m.
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Este cambio de horario es conocido como Daylight Saving Time (DST), un recurso que se realiza en la gran parte de ese país. Desde ese día, por lo tanto, las personas ganarán una hora de sueño, la cual perdieron cuando tuvieron que adelantar el reloj en marzo. Cabe resaltar que ese día, los dispositivos con conexión a internet generalmente se ajustan de manera automática, y para los que no lo hacen, es recomendable hacer el cambio antes de ir a dormir.
¿Cómo se rige?
Inicialmente, el concepto de cambio de verano fue propuesto por Benjamin Franklin en 1784, pero fue hasta la Primera Guerra Mundial que fue implementado como una medida temporal para ahorrar energía al extender las horas de luz. Durante 8 meses al año, Estados Unidos y docenas de otros países siguen el horario de verano y, durante los cuatro meses restantes, vuelven al horario estándar para aprovechar al máximo la luz solar.
Cabe destacar que en EE.UU. la Ley de Protección del Sol, el cual busca hacer permanente el horario de verano, fue aprobada por unanimidad en el Senado el 15 de marzo del 2022, pero el proyecto de ley aún no ha sido ratificado por la Cámara de Representantes, de acuerdo con el Congreso de Estados Unidos, ni firmado por el presidente Joe Biden para que pueda convertirse en ley.
Territorios y estados que no cambian
En EE. UU., los estados no están obligados por ley a seguir el horario de verano, es por ello que existen cuatro territorios de Estados que no cambian su horario, estos son: Guam, Islas Vírgenes y Samoa Estadounidense; asimismo, los estados de Arizona (la mayor parte) y Hawai. Otros estados, como Florida y California, están trabajando para seguir el horario de verano durante todo el año.
Cabe mencionar que los cambios de horario se han convertido en los últimos años en el centro del debate por los costos que pueden ocasionar en términos humanos. Expertos de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño abogaron por la abolición del horario de verano en favor de un horario estándar permanente durante todo el año, lo que mejoraría la salud pública, la seguridad y el bienestar general.