Han pasado casi 20 años desde la trágica muerte de Eddie Guerrero, uno de los luchadores más icónicos de WWE, cuyo legado perdura gracias a su inigualable carisma y destreza en el ring. Su fallecimiento el 13 de noviembre de 2005 conmocionó al mundo de la lucha libre y dejó un vacío en la WWE que aún permanece.
EL LEGADO DE EDDIE GUERRERO EN LA LUCHA LIBRE
Eddie Guerrero, conocido como el "Latino Heat", nació en 1967 en una familia profundamente arraigada en la lucha libre. A los 20 años, Guerrero ya era considerado un prodigio y pronto encontró su lugar en las principales promociones de lucha en México y Estados Unidos.
Su carrera despegó en WCW, la competencia directa de WWE en los años 90, donde destacó a pesar de las luchas personales que enfrentaba con sus adicciones, que casi le cuestan su carrera y familia. Sin embargo, Eddie logró rehabilitarse y resurgió en WWE, donde se ganó el cariño de los fanáticos con su lema "Viva la Raza" y su famosa frase "I lie, I cheat, I steal."
En 2004, Eddie alcanzó la cúspide de su carrera al vencer al imponente Brock Lesnar en No Way Out, coronándose como campeón de WWE. Este triunfo no solo marcó su carrera, sino que le permitió conectar aún más con sus seguidores, quienes veían en él un reflejo de lucha, resiliencia y autenticidad.
EL TRÁGICO ADIÓS Y EL IMPACTO EN SUS COMPAÑEROS
El 13 de noviembre de 2005, el destino le dio un giro trágico a la vida de Guerrero y sus cercanos. Esa madrugada, su sobrino, Chavo Guerrero, encontró a Eddie sin apenas signos vitales en su hotel.
"Murió en mis brazos", recordó Chavo, en uno de los testimonios más desgarradores del mundo de la lucha libre. Su fallecimiento también impactó profundamente a su amigo y colega Chris Benoit, quien, según muchos, nunca superó la pérdida de Eddie, y dos años después, protagonizó una de las tragedias más oscuras en la historia de WWE.
El legado de Guerrero se mantiene vivo no solo en la memoria de los fanáticos, sino también en los homenajes que WWE y la comunidad de lucha libre le rinden cada año. WrestleMania XX fue un momento especial, en el que Eddie, junto a Benoit, se abrazaron en el centro del Madison Square Garden, ambos campeones y ovacionados por miles.