La llegada de la selección peruana a Buenos Aires estuvo marcada por un tenso episodio que involucró a su entrenador, Jorge Fossati, y a la Policía Federal Argentina. El técnico uruguayo confrontó a las autoridades por impedir que cerca de 100 aficionados realizaran el tradicional banderazo frente al hotel de concentración.
SE ENCENDIERON LOS ÁNIMOS
El percance se dio cuando la delegación peruana se instaló en su hotel. Al notar que los simpatizantes eran bloqueados por un cordón policial, Fossati tomó el protagonismo y reclamó vehementemente. “¡No puede ser! Usted no me puede prohibir andar por la vereda. Queremos saludar a la gente que está desde las 17:00 horas. Esto no puede ser, es una bronca tremenda”, expresó el estratega visiblemente molesto.
La escena fue presenciada por integrantes de la Federación Peruana de Fútbol y medios de comunicación, quienes captaron el momento en que Fossati exigía explicaciones. Sin embargo, la Policía Federal argumentó razones de seguridad para evitar el contacto directo entre los hinchas y la delegación.
LA PRESIÓN POR PUNTUAR
Con el duelo ante Argentina en el horizonte, la selección peruana afronta uno de los retos más difíciles en su lucha por salir del penúltimo lugar en las Eliminatorias CONMEBOL. Antes de partir hacia Buenos Aires, Fossati ya había reconocido el favoritismo del equipo local en conferencia de prensa.
“Argentina es ampliamente favorito. Tendremos una estrategia distinta a la que usamos contra Chile. Debemos ir con humildad, lo que no significa bajar la cabeza ante nadie. Tenemos que neutralizar y aprovechar las oportunidades para lastimarlos cuando se presenten”, indicó el técnico, dejando claro que su enfoque es deportivo, a pesar de los desafíos extra futbolísticos.
A pesar del revuelo inicial, el equipo peruano intentará dejar atrás las tensiones externas para enfocarse en el partido clave. La Blanquirroja necesita con urgencia sumar puntos para mantener viva la esperanza de alcanzar el Mundial 2026.