A los 18 años practicaba futbol, una lesión la alejó de las canchas y la acercó a la duela, sin embargo un embarazo le llevó a la gloria Paralímpica en Esgrima.
Mónica Santos quedó embarazada hace 13 años, pero la alegría que ésta noticia conlleva se disipó cuando le diagnosticaron angioma medular, pues los doctores querían que el embarazo fuera interrumpido para poderla operar, mas se negó porque quería tener a su bebé.
“Podía haber quedado tetrapléjica, pero creo que dios me compensó por no haber matado la semillita que tenía en mi y al final quedé parapléjica”, contó para el medio brasileño Globo Esporte.
Hoy vive con su hija Paola y es tetracampeona brasileña de esgrima, además de bicampeona de América, es ella quien le llena de aliento, aseguró en la entrevista, y le acompañará en Río 2016.
“Va a darme mucho aliento. Hoy soy más feliz que cuando podía caminar, porque ahora he podido ver el valor de otras cosas”, concluyó.