Cuando Donald Trump anunció su elección de Tulsi Gabbard como posible Directora de Inteligencia Nacional (DNI), pocos imaginaban las repercusiones de esta controvertida decisión. Con un puesto cargado de riesgos y casi nula recompensa, Gabbard se encuentra ante un dilema que podría poner en juego su futuro político y Jim Gerathy, el corresponsal político se lo advierte.
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¿Está dispuesta a apostar su reputación por un cargo que, como ha quedado claro en la historia de Estados Unidos, es un campo minado de fracasos y traiciones? ¿Será Gabbard la próxima víctima de un sistema que consume a sus líderes? La respuesta podría ser mucho más oscura de lo que parece. En está nota te explicamos más del tema.
¿Qué comentó Jim Geraghty sobre el puesto de Tulsi Gabbard?
Según el periodista conservador Jim Geraghty, el puesto de Director de Inteligencia Nacional (DNI) no solo es poco lucrativo, sino que también conlleva altos riesgos para quien lo ocupa, como lo ha demostrado la experiencia pasada. Geraghty destacó que el puesto podría ser particularmente desafiante para la excongresista demócrata Tulsi Gabbard. Además, el periodista señaló que tanto demócratas como republicanos han mostrado escepticismo sobre su idoneidad para el cargo, lo que complicaría su confirmación.
¿Cuáles son los obstáculos del puesto de Tulsi Gabbard?
Geraghty subrayó que, en caso de ser aprobada por el Senado, la misión de Gabbard consistiría en reorganizar la comunidad de inteligencia, una tarea que, según el columnista, es mucho más difícil de realizar en la práctica que en teoría. El periodista advirtió que esta función podría llevarla a experimentar una “amarga decepción”.
A su vez, recordó que, desde la creación del cargo en 2004, los ocupantes del puesto han tenido títulos prestigiosos y oficinas con vistas privilegiadas en Liberty Crossing, McLean, Virginia, pero su poder real ha sido menor de lo esperado, lo que los convierte en chivos expiatorios cuando algo sale mal. Como ejemplo, mencionó a John Ratcliffe, quien sirvió como DNI en los últimos meses de la administración Trump, señalando que incluso él no mostró interés en asumir nuevamente el rol.
Otro desafío importante para Gabbard sería la tensión política con el senador Marco Rubio, candidato a secretario de Estado en el gabinete de Trump. Geraghty recordó que Gabbard lo había acusado públicamente de ser parte del “establishment belicista neoconservador de Washington, DC” durante una entrevista con la podcaster conservadora Megyn Kelly. Esta relación problemática podría complicar cualquier intento de colaboración entre ambos en la política exterior de la nueva administración.