Monumental Plaza de Toros México. 1ª novillada sin picadores de los Duelos Taurinos "Soñadores de Gloria", en una plaza recientemente remozada, con arena nueva y sin un solo anuncio. Pese a que llovió a partir del 2o astado, el festejo no perdió interés alguno.
Buen encierro norteño de "Los García" criado por don Octaviano García bien presentado, a pesar de que se anunció sin picadores, los que en realidad no hicieron falta ni quien los extrañara. Ninguno de los novillos se aplomó. Destacaron por buenos y repetitivos los lidiados en 5° y 6° y 3er. lugar. El reloj de la plaza falló, caso muy extraño e inédito en este coso.
Abrió plaza el hispano Juan Pablo García "Calerito" ante un novillo repetitivo y que no fue templado por el diestro de la Escuela Taurina de Sevilla. Mató de un infame bajonazo y pensó que había dado la estocada de su vida por los ademanes que hizo al salir de la suerte. Abandonó el ruedo entre sonora rechifla.
El segundo de la tarde corrió a cargo del carismático queretano Juan Pedro Llaguno donde se lució con la capa en un toreo un tanto rapidillo. Lucio en un vistoso quite su compañero Miguel Aguilar. Juan Pedro le pudo al complicado novillo y logró pegarle unos buenos muletazos pero desafortunadamente no pudo culminar su faena. Se retiró entre aplausos.
El tercero en turno fue Miguel Aguilar de Aguascalientes, quien tuvo la suerte de que cayera en sus manos un novillo noble y repetitivo. Logró estructurar una buena faena por ambos lados rematada con una gran estocada para cortar una merecida oreja.
El cuarto espada fue Francisco de Manuel de la Escuela Taurina Fundación "El Juli". Se le vio porte pero también verdor y nunca comunicó con los tendidos. Escuchó dos avisos, casi se le va vivo su novillo en turno.
El jurado determinó que los lidiadores de los dos novillos faltantes fueran los dos mexicanos y así fue. El quinto, el mejor novillo del encierro cayó en manos de Juan Pedro Llaguno quien tuvo destellos de gran calidad con la muleta y logró calentar la plaza a pesar de la lluvia. Desafortunadamente dejó caer su faena debido probablemente a su poco rodaje. Pinchó en varias ocasiones y saludó en el tercio.
El que cerró plaza le tocó en turno al triunfador Miguel Aguilar quien volvió a lucir con la capa y muleta. Logró pegar grandes y hondos naturales de aquí hasta allá entre el beneplácito popular. Tuvo un desarme y cambió de mano para pegar también buenos derechazos. Mató de entera que hizo guardia y se volvió a tirar a matar logrando otra entera en mejor sitio. Saludó en el tercio.
Grata sorpresa nos dio a todos los aficionados ver una plaza pintada, sin anuncios; con arena nueva en tonalidades marrón que toleró la lluvia sin barrizales. Novillos con presencia y condiciones naturales que presenta la casta brava; Se revelaron un par de novilleros mexicanos que merecen más oportunidades.