Neymar sabe que lo que le viene por delante no será nada sencillo. Impone mucho respeto a los rivales, aunque su atrevido juego acaba desquiciando a los rivales. Se vio desde que comenzó a coger confianza nada más llegar al Camp Nou (hace ya cuatro años), aunque con la explosión del tridente, las críticas que se vertieron sobre él fueron de menos a más.
Asier Garitano, técnico del Leganés, le tiró un capotazo el pasado sábado, después de una nueva exhibición azulgrana en Butarque (1-5). “Neymar juega igual ganando 5-0 que perdiendo 0-1”. Laudrup, en cambio, dijo en beIN el pasado sábado que “jugar así es provocar”. Gustos.
Asoma en el calendario la visita del Atlético de Madrid y en el recuerdo aparecen las duras batallas vividas con los futbolistas del Cholo Simeone hace dos temporadas, en una durísima eliminatoria de Copa que acabó pasando el Barça. Neymar, que pisa, toca, regatea y combina con descaro, desquició a Fernando Torres o Gabi, por ejemplo, que tuvieron que abandonar el partido antes de tiempo. Desde entonces, el brasileño siempre fue marcado muy de cerca por los rivales, que ante la impotencia de poder arrebatarle la pelota, acaban siendo muy duros con el atacante azulgrana. De esta manera, según datos oficiales de LaLiga, Neymar ha sido víctima, en los dos partidos que ha jugado, de 11 faltas, tres más que Leo Messi (8), aunque La Pulga con dos participaciones más que el brasileño.
Con todo, desde el Camp Nou tratan de defender siempre a Neymar y así lo seguirán haciendo. No será sencillo, pero los culés saben que con su futbolista al máximo nivel, todo puede ser más sencillo. Para Neymar todo está bien. Siempre jugó así (con el Santos y la selección brasileña), y así lo seguirá haciendo en el futuro.
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