Últimamente, se generó preocupación en Los Ángeles luego de la participación de la Policía local (LAPD) en una redada del ICE, cuando se detuvo a un presunto criminal en el sur de la ciudad. En un video difundido por redes sociales, se observó la colaboración entre agentes de ICE y oficiales del LAPD, provocando dudas sobre las políticas de la ciudad, que históricamente han sido un refugio para los indocumentados.
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El único motivo por el que la Policía puede detenerte
Los Ángeles es conocida como una "Ciudad Santuario", lo que implica que la policía local no debe colaborar con el gobierno federal en la aplicación de leyes migratorias ni puede detener a una persona solo por sospechar de su estatus migratorio.
A pesar de ello, existe una excepción: la Policía de Los Ángeles puede intervenir en operativos del ICE solo si el detenido está involucrado en un crimen violento y cuenta con una orden judicial para su arresto.
El comandante Germán Hurtado, encargado del vínculo con la comunidad latina en Los Ángeles, explicó que, pese a que la política general del LAPD es no participar en redadas migratorias, si se colabora cuando hay indicios de un crimen grave. En caso de que esto suceda, el arresto del individuo implicado en actividades violentas cumplía con los requisitos legales para la intervención policial.
Esta política de cooperación puntual está alineada con el compromiso de la ciudad de proteger a la comunidad inmigrante, evitando que los agentes de policía detengan a personas por cuestiones relacionadas con su estatus migratorio. Sin embargo, el incidente ha reavivado el debate sobre los límites de la cooperación entre la policía local y las autoridades federales en operaciones migratorias.
El ICE, por su parte, continúa con sus operaciones de detención y deportación, mientras que Los Ángeles se mantiene firme en su postura de ciudad santuario, promoviendo un entorno más seguro para los inmigrantes indocumentados. Las autoridades locales insisten en que su prioridad es la seguridad de todos los residentes, independientemente de su situación migratoria.
Este caso pone de relieve la tensión que existe entre las políticas locales y las federales en cuanto al manejo de la inmigración, un tema que sigue siendo un punto de fricción en muchas ciudades estadounidenses. La situación continúa evolucionando mientras se ajustan las políticas de seguridad y los derechos de los inmigrantes.