Mejoró la entrada, más de cinco mil asistentes ante un clima otoñal, un poco de viento a partir del 4° de la tarde y lluvia a partir del 5°. El festejo inició 15 minutos después por una raquítica, desolada y desabrida protesta de acarreados del Partido Verde en contra de la presencia de los niños en los toros. Trataban de crear un escándalo violento que no surtió efecto. Fueron retirados respetuosamente por la autoridad. En contraste, antes de partir plaza los novilleros, desfilaron en el ruedo más de 100 niños con sus pancartas y dibujos exigiendo sus derechos como humanos y mexicanos que son, a asistir a lo que les venga en gana, cual que debe ser; pero los acarreados del Partido Verde, más desacreditado y obsoleto no pierden la oportunidad de llamar la atención. ¡Vaya pifia y desvergüenza!
Abrió plaza el espigado novillero hispano Sergio Roldán de la Escuela Taurina de Almería, con un novillo de Santo Tomás criado en Tlaxcala por Sergio Hernández Cosío, hijo y nieto de ganaderos con el mismo nombre y apellido. El novillero se mostró enterado y terminó pegando buenos derechazos, desafortunadamente no tuvo suerte con los aceros y escuchó un aviso. Se retiró en silencio.
El segundo de la tarde fue para el capitalino Íñigo Rodríguez de la Escuela Taurina de León, sorteó un novillo de la Ganadería "El Siete" criado por Don Pablo Moreno. Un novillo castaño del encaste Parladé-Domecq que fue un inválido. Estuvo más en la arena que de pie. No tuvo juego alguno. Pinchazo hondo y una entera puso final a su labor. Se agradeció la brevedad.
El tercero de la tarde también de "El Siete" fue para el moreliano Isaac Fonseca de la Escuela Tauromaquia de Michoacán, se enfrentó a un novillo que caminó y que dejó lucir a Isaac. Se vio solvente y enterado. Mató de una entera con tendencia. Muy entregado. Perdió la vertical en el encuentro. Casi fue prendido en el piso por el novillo, que por su celo tardó en doblar. Escuchó un aviso y el Juez Juan Vázquez le concedió una merecida oreja.
El cuarto de la tarde de Santo Tomás, fue para el hispano Álvaro Sánchez de la Escuela Taurina de Guadalajara, de la Comunidad de Castilla-La Mancha quien replicó un vistoso quite por saltilleras a su paisano, el espigado novillero Sergio Roldan. Álvaro se mostró con escuela pero frío y sin darle continuidad a sus muletazos. Falló varias veces con el estoque y tras los desaciertos del puntillero el toro se entregó entre el aburrimiento e indiferencia popular.
El sonido local avisó que los dos últimos novillos serían lidiados por el hispano Sergio Roldán y el local Isaac Fonseca como premio a sus anteriores lidias.
El quinto, de la ganadería de Santo Tomás fue para el de Almería, Sergio Roldán, quien lidió a su novillo ante la distraída gente por la fuerte lluvia que se presentó. Poco apreciada fue su labor y la faena se le cayó. Mató de una entera caída y después pasó fatigas con las espadas. El novillo se le hizo de piedra, escuchó dos avisos; terminó con su novillo cuando sentó cabeza y fue orientado a usar la espada corta, viéndose efectivo.
Cerró plaza quien había cortado la única oreja de la tarde, el michoacano Isaac Fonseca, quien a la postre terminó como triunfador. El público prácticamente había vaciado la plaza debido a la fuerte lluvia y fue muy poco apreciada la labor del moreliano. La novillada terminó desolada y nosotros empapados. Cabe destacar que a pesar de la fuerte lluvia que cayó a partir del 5° novillo, el ruedo ni se encharcó ni se hizo barro la arena.
El moreliano Isaac Fonseca. Otro triunfador que mostró actitudes, aptitudes, sacó la casta y cortó una oreja que lo hace entrar a lista de los que merecen integrar el cartel de triunfadores. El ganado fue potable y apto para el triunfo.