A la jornada 12 de Apertura 2016, casi la mitad de equipos han cambiado de técnico por falta de resultados, buen futbol e incluso por temas extra cancha. Pocos pensaban que Ignacio Ambriz saldría de las Águilas de América en pleno Centenario o que Veracruz volviera a recurrir a los servicios de Carlos Reinoso a cinco jornadas del final del certamen, pero sin duda la mayor sorpresa en este ámbito ha sido la cumplidora temporada de los técnicos que debutaron en el máximo circuito este torneo, como Juan Francisco Palencia y Hernán Cristante.
Tanto Diablos Rojos como Universidad Nacional pusieron su confianza en proyectos como el del argentino y del mexicano, respectivamente, para el Apertura 2016, apostando a realizar la mejor campaña posible, pero jamás se imaginaron que se encontraran tan bien posicionados a pocas fechas de terminar el torneo con las limitaciones de cada equipo a comparación con otros que invirtieron en refuerzos y técnicos de ‘renombre’ para esta campaña.
La esencia del pasado
Tras el recorte del equipo luego de tener un amplio plantel para disputar Copa Libertadores y el torneo local el semestre pasado y la llegada de un técnico identificado, pero sin experiencia, poco se esperaba del cuadro auriazul para el Apertura 2016; sin embargo, el ‘Gatillero’ ha sabido transmitir a sus jugadores esa garra que tanto lo caracterizaba dentro de la cancha para posicionar así a los Pumas en cuarto lugar general.
Si bien el comienzo del torneo no fue flojo, la escuadra de Palencia llegó a ser criticada por la desorganización táctica que se llegaba a ver las primeras jornadas. Con o sin fortuna, los resultados se han dado, sobre todo en casa y Pumas ha probado ser un equipo serio, demostrando en los partidos importantes de que está hecho: ganándole a Chivas en casa apenas en la jornada dos, plantándose ante un Cruz Azul lleno de refuerzos una semana más tarde y siendo más que el América en el debut de Ricardo La Volpe en el Estadio Azteca.
Las jerarquías en el Pedregal terminaron y con el estilo de Palencia ya aplicado, Universidad Nacional puede aspirar a grandes cosas para el final de la temporada.
Con Cristante no se extraña el Nemesio
A pesar de no jugar ‘en casa’ todo el Apertura 2016, Hernán Cristante y el Toluca han hecho del Chivo Córdova una verdadera fortaleza.
Aunque el comienzo les costó a los Choriceros, a la fecha 12 Toluca había acumulado ocho encuentros sin conocer la derrota hasta la caída ante Necaxa este fin de semana. Durante esos dos meses los Diablos Rojos recuperó ese potencial ofensivo que con Cardozo se había perdido.
Toluca se encuentra en el borde (séptimo lugar) de la ‘fiesta grande’ del futbol mexicano, a falta de tres juegos como local y un par más de visitante ante rivales relativamente accesibles.
A diferencia del técnico universitario, Cristante ya había dirigido durante la recta final del Clausura 2016 a Coras Tepic, travesía en donde registró una marca de 4-1-4. Las 13 unidades obtenidas no le fueron suficientes para llevar a Coras a la fase final del torneo.
A falta de resultados contundentes de los llamados ‘técnicos de siempre’, los equipos de primera división comienzan a apostar por nuevos nombres que representados por Palencia y Cristante, levantan la mano y demuestran con resultados la confianza depositados en ellos.
OMCS