En el deporte profesional el dinero manda y las decisiones siempre se toman desde la óptica del negocio.
Nadie pasa un año descansando y regresa a pelear por el cinturón después de perder, pero muy pocos tienen el status de Ronda Rousey, quien aún después de su peor derrota puede volver para romper los records de Pago Por Evento.
Ya estamos hablando de cifras mayores, por primera vez en la historia, el MMA está superando en ventas al boxeo y eso sucedió sin la que se había convertido en la mayor estrella del UFC.
En su ausencia, Conor McGregor vendió 4.5 millones de PPE en Estados Unidos en los combates de UFC 194, UFC 196 y UFC 202, y puede cerrar el ciclo de 12 meses arriba de los 6 millones cuando suba al octágono el 12 de noviembre en Nueva York en UFC 205 ante Eddie Álvarez.
Ronda tuvo un 2015 con más de 2.5 millones de compras entre UFC 184, UFC 190 y UFC 193.
Ninguna otra estrella de ese deporte se acerca a esas cifras en ese momento y mucho menos en el boxeo, donde ante la salida de Floyd Mayweather, que vendió menos de medio millón en su última pelea, Canelo Álvarez queda como el gran producto a comercializar, pero apenas llegó a las 300 mil ventas en su combate ante Liam Smith.
Rousey se va a saltar a Julianna Peña, que tenía los méritos deportivos para pensar en la pelea por el campeonato ante Amanda Nunes, pero ¿quién puede culpar a los que deciden?, el morbo de verla de vuelta puede ser mayor y puede traerle competencia a Conor en la cima de la popularidad.
Gane o pierda el regreso de Ronda será un éxito y comienza el camino a la pelea ante Cris Cyborg en 2017, que difícilmente tendrá un cinturón de por medio, pero puede, como lo dijo Dana White, presidente del UFC, convertirse en el evento más vendido de la historia.
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