Después de los abandonos de Max Verstappen (Red Bull) y Kimi Räikkönen (Ferrari), la quinta plaza del Gran Premio de Estados Unidos parecía disponible para el piloto que arriesgara un poco más, y por ese puesto pelearon dos españoles, Carlos Sainz (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren), y un brasileño Felipe Massa (Williams).
Esa disputa se convirtió en el mejor momento de la carrera. Hasta los últimos segundos el duelo se mantuvo, pero al final Alonso rebasó a Massa, con un toque investigado por los oficiales, y luego a su compatriota a algunos metros de la meta, para quedarse con esos 10 puntos que saben a triunfo para el asturiano.
"Al principio evitamos algunos de los accidentes que había en la primera vuelta, cuando pusimos las (llantas) medias habíamos perdido terreno con Carlos (Sainz), nos costó el segundo stint bajar esa diferencia, luego vimos que Toro Rosso montaba suaves y nos sorprendió, porque iban a tener mucha degradación al final de carrera, e intentamos atacar, primero a Felipe (Massa), luego a Carlos, es difícil con el Williams porque en la recta va muy rápido, pero el Toro Rosso va más lento y era solo abrir el DRS", relató el dos veces campeón del mundo,.
Al rebasar a Sainz tras un duro duelo, Alonso solo gritó 'yee-haaa' por la radio del equipo, al estilo texano, para celebrar que había conseguido el puesto; aunque el ibérico se mostró preocupado por el rendimiento del McLaren.
"Contentos de la carrera en sí, pero faltaba bastante ritmo y hay que intentar recobrar las sensaciones de hace dos carreras en Malasia, donde parecía que íbamos un poco más rápido de este grupo intermedio".
Por su parte, Sainz igualó su mejor resultado en la máxima categoría, el sexto puesto conseguido esta temporada en su país; después de alcanzar la Q3 en la calificación de Austin, y a pesar de asegurar que en el resto del campeonato no esperaba sumar algún punto.
"Es sexto, pero casi 10 carreras después, sin haber desarrollado el auto, creo que éste tiene un poco más de mérito, que también lo tuvo el de Barcelona; estoy encantado, en la carrera todo salió a pedir de boca, quizá en el último cambio (de llantas) nos jugamos un poco al poner las suaves, pero no creo que haya cambiado mucho el resultado".
El piloto de Toro Rosso fue capaz de contener a Alonso por decenas de vueltas, pero no resistió el último ataque de su compatriota.
"Hice lo que podía, con líneas diferentes a las normales, conozco a Fernando, sé lo que va a intentar cada momento, pero al final me pasó por velocidad punta, con el DRS abierto, estoy contento por eso, porque se lo puse difícil, con menos velocidad", celebró.