Han pasado ocho años desde que Guillermo Pérez obtuvo el oro en Pekín 2008, y el atleta aún tiene muy grabado en su memoria todo el esfuerzo que realizó para ser considerado en primera instancia con la selección nacional, además que después de subir a lo más alto del podio, ello no le garantizó tener privilegios para vivir un camino viable y cumplir con otro ciclo olímpico.
Sin embargo, ese oro le abrió muchas puertas al michoacano fuera del tatami como crearse de un prestigio y así tener una escuela de taekwondo, además, esa medalla hizo que la política se haya acercado a él para aportar su granito de arena en el municipio de Uruapan.
Incluso la plata en el Campeonato Mundial del 2007 en Pekín, no fue un resultado que lo haya catapultado a los reflectores en los medios y solo con el oro en la justa olímpica fue cuando supieron de la existencia de Guillermo Pérez.
¿En qué momento entraste a la selección nacional?
Empecé a incursionar en los selectivos nacionales a partir de 1996 y me costó cuatro años poder entrar a un equipo nacional como primer lugar. Tuve un proceso intermitente cuando llegué a la selección en el 2000, ya que en ese entonces hasta el 2003 abandonaba al equipo, aparte no tenía ningún logro importante, entonces eso me limitó un poco para ir a Olímpicos de Atenas 2004.
¿El Mundial del 2007 fue el momento donde Guillermo sale del anonimato?
En el 2004 gané mi primer evento internacional, el Campeonato Panamericano. Después en el 2005, en el Mundial de España, obtuve el noveno lugar y a partir de ahí sobresalí un poco más. Así en los Centroamericanos de Cartagena 2006 obtuve un bronce y al siguiente año conseguí plata en el Mundial de Pekín. Ese resultado me sirvió para que me tomaran en cuenta, ya que el equipo olímpico prácticamente estaba definido.
Así se me da la oportunidad de ir por el pase a Colombia y en esa competencia logré el boleto a los Olímpicos de Pekín 2008, dejando fuera a Gabriel Mercedes, quien era uno de los competidores complicados y que le ganó a Óscar Salazar en los Panamericanos de Río. Lo dejé fuera y lo mandé a repechaje.
¿Fue sorpresivo el triunfo en los Olímpicos de Pekín 2008?
Había muchos favoritos en esa categoría y no me marcaban a mí, ni siquiera había la posibilidad de medalla. La Conade pronosticó que posiblemente lograría un quinto sitio, sin embargo, una revista americana publicó que obtendría bronce por los resultados anteriores. Así que llegué a esos Olímpicos con la certeza y convicción de ganar, ya que había enfrentado a los rivales en otras competencias.
¿Qué cambio tuvo Guillermo Pérez con la medalla olímpica?
Cambios al 100 por ciento, después de pasar una vida completamente desapercibida. En unos Olímpicos la gente te conoce y vio a un Guillermo Pérez como ganador, los medios totalmente se volcaron a mi casa, y salí del anonimato, entonces eso cambia la perspectiva, como te ven y tratan. Todos me veían como el campeón y donde me paraba la gente me saludaba y tomaba fotos. Sin duda, ganar una medalla en el Mundial te pone en el mapa, pero no me daba tanta difusión.
El único evento que puede catapultarte son los Olímpicos, por eso cuando gané la plata en el Mundial poca gente te conoce y te dan una pequeña nota, pero no es lo mismo la cobertura de una justa olímpica donde todo el país está al pendiente de cuántos mexicanos ganarán.
¿No todo fue color de rosa después de lograr esa medalla?
Sin duda eso es gradual, conforme pasa el tiempo y al no estar vigente con buenos resultados te quedas en el olvido.
A partir de que ganamos María Espinoza y yo, no ha habido otro mexicano hombre con presea en este deporte, ya que María lo ha sido en las dos últimas justas. Ese oro me ha catapultado para que en los eventos tenga presencia y me siguen pidiendo el autógrafo. Quizá la gente ya no me conoce tanto en la calle porque dejas de ser noticia nacional y te vuelves normal en el área donde mejor te desenvuelves. Después de esa justa me tocó una transición muy fuerte con los petos electrónicos, aparte no tenía una buena relación con la Federación Mexicana de Taekwondo en ese momento y eso me lleva a que empezara desde cero. Desafortunadamente en el 2012 no se da el resultado en Aguascalientes y ahí fue el momento cuando decido retirarme.
Tras el retiro, ¿qué fue de Guillermo Pérez?
Mi primera acción después de terminar mi carrera deportiva fue invertir en mi escuela de taekwondo y dar clases, además tengo un gimnasio de fitness. Después seguí incursionando un poco en el ambiente deportivo y por ese oro se me invita a participar en la política, hasta llegar el momento de entrar como regidor de Uruapan, donde pertenezco, y lo cual me abrió la puerta para poder aportar todo mi conocimiento en el deporte. Considero que en nuestro país, cuando alguien llega al éxito, a veces tratamos de minimizar ese resultado y de no reconocer todo el esfuerzo que hizo el atleta para llegar ahí. Además, siempre se apoya al favorito para que le gane al débil, por lo que constantemente tenemos esa ideología.