4ª de temporada. Monumental Plaza de Toros México. Noche tranquila sin frío ni viento. Entrada tan baja como la de ayer, a pesar de que hoy el cartel parecía estar más rematado y resultó mejor.
Toros norteños de El Vergel criados por Don Octaviano García en La Hacienda La Soledad. Estado de Nuevo León. Todos bien presentados que dieron diverso juego, destacando el 5° y el lote de Rivera. Juego del Ganado: 1° Sin fuerza 2° Noble e incierto con recorrido 3° Se resabió en tablas 4° Se dejó por ambos lados 5° Fue de largo por ambos lados 6° Muy mermado.
Confirmó alternativa en esta Plaza el extremeño José Garrido a manos de Fermín Rivera y como testigos Sergio Flores y todos los presentes.
El de Badajoz, José Garrido, sólido triunfador de la Feria de Bilbao del pasado agosto, vestido de la aguja, catafalco y oro, con el toro "Mielero" No. 90 con 490 kg. que se quedó sin fuelle, Garrido mostró voluntad y aguantó con juicio y valor las frenadas que le propinó su toro que fue picado traseramente. Se tiró a matar decidido y encontró hueso y tras bajonazo se deshizo muy rápido de él. Se retiró a su burladero entre algunos aplausos. Con el que cerró plaza padeció también el pésimo comportamiento de las cuadrillas. Tanto a los de a pie como el de a caballo. Poco pudo hacer Garrido. Pinchó en todo lo alto y después metió tres cuartos efectivos. Se retiro nuevamente en silencio.
El padrino Fermín Rivera, ataviado de un precioso vestido obispo y oro, a su primero le dieron un puyazo muy trasero lo que le dificultó la lidia con la muleta. Antes, su ahijado Garrido, no fue notificado por la autoridad de callejón que debía pedir autorización al Juez para devolver los trastos toricidas, y lo hizo una vez realizado este acto. Debe haber más orden y profesionalismo por parte de la autoridad encargada. El potosino Rivera se recreó toreando por ambos lados con soltura y gusto entre el clamor del público. Mató de tres cuartos tendida y trasera sin cruzarse, lo que dilató la entrega final del toro. Escuchó un aviso después de tres descabellos. Saludó con fuerza en el tercio. Con el 4°, Fermín dejó ver su clase y sitio por ambos lados mostrándose confiado lo que le permitió transmitir nuevamente al público. Mató de entera tendida que paró el puntillero y por fortuna posteriormente dobló. La gente pidió la oreja que fue concedida.
El tlaxcalteca Sergio Flores vestido de grana y oro, recibió vistosamente de capa y padeció la nefasta y penosa lidia que sus peones. Solo mostraron incapacidad. Tanto, que el Juez, tuvo que conceder el cambio con dos pares de banderillas. Fue una vergüenza esta peonería. El toro se pegó a tablas y no pasó una sola vez. Mató de pinchazo, estocada y un golpe de descabello. Con el 5° volvió a padecer las fatigas de su pésima cuadrilla que tuvo hoy en turno. Inició de manera muy garbosa con doblones rodilla en tierra y tandas alargando el brazo y templando. Cerró con manoletinas. Mató de un estoconazo que hizo rodar al burel patas para arriba y el Juez le concedió dos orejas.
La empresa está tratando de dignificar la fiesta en esta Capital, sin embargo la falta de profesionalismo de las cuadrillas demerita esa buena actitud. Labor difícil de lograr, pero necesaria.