En territorio del Somme, donde se perdieron más de un millón de vidas en la Primera Guerra Mundial, André Greipel ganó la primera batalla de la velocidad pura: “En Zelanda no superé a todos los sprinters de este Tour. En Amiens, sí. Conquisté un gran triunfo frente a los mejores especialistas del mundo. Siempre te gusta quedar por delante de gente de la calidad de Sagan, Kristoff o Cavendish. Me hace ilusión poder dedicarlo a la memoria de los que fallecieron en la Gran Guerra”.
En un tono menos solemne, el Gorila (como le apodan, un dibujo del animal decora su bici) del Lotto Soudal agradeció el trabajo a sus compañeros: “Gallopin y Seberg me colocaron de forma perfecta para que pudiera rematar. Echo en falta a Henderson (con fuertes erosiones y golpes en las costillas), pero lo celebraremos igual. Dos de dos no es un mal porcentaje, ¿no?”. Sobre conseguir el maillot verde sí tiene más dudas: “Se trata de mi otro gran objetivo, aunque no sé cómo afrontaré tantos días de montaña. Ahí cuenta con ventaja Sagan”. De momento, le saca 32 puntos en la clasificación.