En cada ciclo olímpico es común que un atleta se quede en la orilla de obtener el boleto para competir en la magna justa, y ello provoca frustración en el deportista, que después de cuatro años de intensa lucha por lograr esa clasificación se queda corto.
Fue el caso de los taekwondoínes René Lizárraga y César Rodríguez. Lizárraga solo debía ganar un combate en el Grand Prix Final del 2015, que se realizó en la Ciudad de México para calificar a Río de Janeiro 2016; sin embargo, perdió ante el ruso Albert Gaun en punto de oro y el país no pudo clasificar en menos de 80 kilos.
“En el ciclo anterior me quedé cerca y lo que aprendí es a nunca desaprovechar alguna oportunidad, en cualquier competencia hay que dar el 100 por ciento, es frustrante quedarte a un lugar del ranking para lograr el boleto para el país, deja un sabor amargo, pero no lo tomamos como una derrota, sino para aprender de lo que ha pasado, y quedan cuatro años más”, declaró
René. En tanto, Rodríguez obtuvo la plaza en ese Grand Prix final, en la categoría de menos de 58 kilos, después de lograr el bronce; sin embargo, el boleto fue para el país y en el selectivo nacional, para definir quién se quedaría con el lugar, César vio esfumado su sueño de ir a una justa olímpica, después de perderlo con Carlos Navarro.
“Aprendí bastante del ciclo, hice nuevas amistades y sé que esta vez todo será diferente, se cometieron errores y no hay que cometerlos, es borrón y cuenta nueva, no es un sentimiento de frustración, sino de tristeza por estos cuatro años que luchamos y esperemos que no sea igual, vamos a dar lo mejor. Aporté un granito de arena para México y me siento feliz por eso, hay que verlo de manera más positiva, tener una mentalidad fuerte y vamos a seguir”, indicó Navarro.
Ambos taekwondoínes participarán en el Grand Prix final que se realizará en Bakú, Azerbaiyán, con la finalidad de sumar unidades en el ranking olímpico dentro de este nuevo ciclo, que culminará en Tokio 2020. “Tengo dos semanas entrenando, ya que me enfermé, pero aún así, voy con la mejor disposición y actitud para conseguir esa medalla, a buscarla con toda la actitud”, dijo Rodríguez, quien ya sabe en qué aspectos debe mejorar.
“Puedo competir con rivales de alto nivel y tener buenos resultados, pero en Mundiales no sé qué me pasa y me bloqueo, tal vez puede ser la parte mental y es donde voy a trabajar más para lograr mis objetivos, no veo ningún otro error, es lo único que me falló”, dijo César. Por su parte, Lizárraga indicó que su sueño de llegar a unos Olímpicos está intacto, a pesar que debe luchar cuatro años.
“Aprendimos en el ciclo pasado y esperamos cerrar bien este año y comenzar mejor el que viene, debemos acoplarnos a los cambios del reglamento de competencia. Tengo 23 años y todavía me queda camino, la meta está fija en Tokio, pero hay que ir paso a paso”.