Las cosas claras en Coapa. Los jugadores del América saben que no hay espacio para más titubeos, que el crédito se está agotando y que no existe posibilidad para seguir dejando puntos en el torneo. La Liguilla aún es posible, pero para llegar a ella el equipo está obligado a derrotar a Cruz Azul, cualquier otro resultado deja las cosas en la incertidumbre. La plantilla del América ha tenido un par de reuniones, se ha conjurado para sacar lo mejor de sí; admiten que hay una deuda con su gente, por la falta de victorias y por el descalabro en el Clásico Nacional.
En puerta, otro clásico, una prueba de máxima exigencia, sobre todo porque el equipo tendrá que dar un salto de calidad en el rendimiento. Cruz Azul encontró un respiro a su crisis con la victoria que logró ante Querétaro, pero eso no es algo que intimide en Coapa, ellos a lo suyo y desde ahí avisan que el triunfo logrado en la Copa no necesariamente será el reflejo de lo que ocurrirá el sábado.
"Veo que han jugado bien, necesitaban ganar para calificar y los veo motivados, pero nosotros estamos motivados por defender estos colores, estamos de locales y tenemos una deuda con nuestra afición, tenemos que pagarla y vamos a dejar todo en la cancha; es otro partido, están en nuestra casa, es nuestra cancha y tenemos las ganas de ganar y, sobre todo, ya empezar a pagar un poco la deuda que tenemos; siempre de locales somos favoritos, es nuestra casa y ahí tenemos que mandar nosotros", lanzó William da Silva.
El tiempo se agota para América, William apuntó que eso también lo tienen claro y por ello el duelo contra La Máquina tiene la etiqueta de matar o morir. "Lo tomamos así porque estamos a tres puntos del octavo lugar, queremos estar mejor ubicados en la tabla así que este partido es el más importante que tenemos para empezar a sumar de a tres y meternos de lleno a la Liguilla. El sábado va a estar muy bueno, es un excelente partido para demostrar la calidad que tenemos", añadió Da Silva. Para William, el problema de América no radica únicamente en la figura de Ricardo La Volpe, sino que atañe a todo el plantel, por lo que, dice, han refrendado su compromiso para salir del letargo.
Y qué tan amplio puede ser el cambio de las Águilas, más cuando en el Clásico con Chivas carecieron de remates a gol. "Cambia rematando, hay muchas cosas que mejorar, no hicimos un gran partido, tuvimos una expulsión, jugamos con uno menos y cuesta a cualquiera, pero hay que cambiar la actitud y empezar a hacer las cosas lo mejor de lo que lo estamos haciendo hasta ahora, ya no podemos dejar de sumar de a tres puntos", subrayó. William dijo que el momento actual de las Águilas ha tomado por sorpresa a todos, porque "por muchos años América se mantuvo arriba y cuando no salen así a todos les sorprende incluso a nosotros, pero sabemos que no siempre te vas a mantener allá (arriba) y cuando estás abajo es donde hay que tener más fuerza para volver; lo platicamos entre nosotros, pero al final somos hombres para dar la cara y salir a la cancha a trabajar los partidos para poner al América donde tiene que estar. No hay crisis, hay jugadores que sí quieren sacar adelante lo que estamos viviendo hasta hoy".
EL PESO DEL AMÉRICA
En la misma línea se manejó Agustín Marchesín, el portero de las Águilas que fue el mejor contra Chivas y que ha tenido intervenciones cruciales para que el conjunto azulcrema no sufriera más castigo.
"Tenemos que empezar a hacernos respetar en nuestra cancha, en nuestra casa y con nuestra gente, nos debemos un triunfo internamente", aceptó. Y demuestra que ya está completamente empapado de la exigencia al vestir la playera americanista.
"Con la camiseta del América uno tiene la obligación de salir a ganar todos los partidos que juega y cada uno lo tomamos como una final, no va a ser la excepción con Cruz Azul, tenemos la obligación de demostrarle a la gente porque estamos acá; tenemos un plantel muy bueno que en cualquier momento puede despertar y hacer las cosas bien. No tengo duda que este fin de semana nos vamos a partir la madre por esta institución y ya vamos a salir adelante a partir de este fin de semana".
Las buenas intenciones afloran en Coapa, discursos cargados de optimismo, de compromiso. La hora para la reivindicación está marcada, el rival también. La prueba de fuego para las Águilas se llama Cruz Azul en una jornada en la que el americanismo puede salir extasiado o para pedir cita con el psicólogo.
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