-Se encuentra a 1:03 respecto a Froome. ¿Cómo valora esta primera semana?
-Evidentemente, la diferencia resulta bastante grande. Lo bueno es que aún queda mucho y que todavía no ha llegado la montaña de verdad. Este será un Tour de regularidad, faltan por venir numerosas oportunidades para recortar tiempo. (El madrileño atiende a los medios tras ducharse en el motorhome alquilado por su equipo para la crono, ya que el bus comenzó por la mañana el desplazamiento hacia Pau. Dos sándwiches de jamón y queso le sirven para saciar el hambre después del esfuerzo).
-¿Qué nota pondría a la contrarreloj del Tinkoff?
-Hombre, nos habría gustado no ceder, completar una jornada más favorable, pero dimos el máximo y no nos podemos reprochar nada. Los rivales fueron mejores y hay que felicitarles. El viento favorable provocó unas desventajas menores. Ahora, tenemos un viaje largo a Pau, esperemos aprovechar bien el día de reposo.
-¿Considera ya a Froome como el rival a batir?
-Sí, está fortísimo. En el Muro de Huy lo demostró. En una subida que no le favorece, casi gana. Yo me siento contento de cómo han salido las cosas.
-¿De qué manera planteará su estrategia en este Tour? ¿Atacará en la montaña?
-Bueno, veremos. Si se presenta la oportunidad, sin duda la trataré de aprovechar. Quizá me falte un punto de chispa tras haber disputado el Giro, pero estoy convencido de que con la fatiga que acumulemos, me igualaré con los demás. Y ahí resultará determinante la capacidad de recuperación de cada uno. Así que confío en mis opciones. Puede suceder de todo hasta París.
-¿Incluiría a Van Garderen como aspirante al título?
-Aunque anda muy bien, no sabe lo que es conquistar una grande, como el resto.