En una época en la que los hombres creían que las mujeres no eran capaces de correr más de una milla y media, la alemana Kathrine Switzer hizo lo imposible: correr el legendario Maratón de Boston, Estados Unidos, en 1967, con el dorsal 261 y en un tiempo de 4 horas y 20 minutos.
Kathrine fue calificada por la prensa local como "la curiosidad" de la competencia. Durante la carrera, Jock Semple, quien ejercía como codirector del maratón, tomó por los hombros a la alemana y le gritó: ¡fuera de mi carrera! Sin embargo, el entrenador de la atleta entró en su defensa para que pudiera continuar.
A Kathrine le costó casi 5 años encabezar un movimiento para permitir a las mujeres participar en las carreras, después del bochornoso espectáculo de Semple en Boston, que derivó en que la Unión de Atletas Amateurs prohibió la participación de las mujeres.
Posteriormente, Kathrine continuó dando de qué hablar en el mundo del atletismo. En 1974 ganó el Maratón de Nueva York; un año después, en 1975, volvió a correr en Boston, donde consiguió su mejor marca, con un tiempo de 2 horas 51 minutos y 37 segundos.
Kathrine continuó su labor en las carreras; incluso, en su historial cuenta con libros de su autoría como Marathon Woman: Running the Race to Revolutionize Women's Sports y Running and walking for women over 40.