El ex asesor de la Comisión de Árbitros, Gilberto Alcalá, aseguró que apoya el paro de silbantes, tras no sancionarse adecuadamente a Pablo Aguilar y Enrique Triverio por agredir a dos árbitros en la Copa MX; sin embargo, reconoció que él no hubiera detenido la actividad de la Liga MX.
“Estoy de acuerdo, no hubiera yo parado la Liga, pero qué hay que esperar o por qué se llegó a este paro, porque si había algo, es que ya se había agotado. Yo estoy convencido que antes de esto hubo muchos diálogos, muchas pláticas, no se les atendió, se les minimizó”, declaró Alcalá para La Afición.
Alcalá expresó que los árbitros “no engañaron a nadie”, aunque se pudo haber solucionado de una mejor manera, pues “si ellos lo llegaron a hacer (el paro), es porque estaban convencidos de que era necesario, ya había gente de la Federación, el presidente de la Comisión (Héctor Gonzalez Iñárritu) sabía cuál era la postura de los árbitros, no fue una petición que tomaron al cuarto para la hora y, 24 horas antes del partido ya sabían de esta decisión que iban a hacer, si no se le daba sanción correspondiente a los informes de los árbitros”.
Mencionó que esta protesta por parte del gremio arbitral es un “acto de justicia”, pues “cuando un árbitro va a dirigir un partido de futbol, hace una cédula, después de que esta cédula es violada, no se respeta lo que puso”, motivo por el cual no cree “que sea un acto de venganza”.
Respecto a los cambios que han sufrido algunas cédulas arbitrales dijo que cuando éstas son modificadas y “las sanciones son similares, no pasa nada; entonces, cuando la cédula es cambiada y las sanciones son cambiadas, es diferente y viene el descontento del arbitraje”.
Para Alcalá, la única solución para que este paro de silbantes termine es que “la Comisión Disciplinaria diga (que) se revisó todo el expediente y se concluyó que sí, efectivamente hubo agresión al árbitro, esa es la solución, no hay otra. Los árbitros no van a permitir otra, porque entonces sería perder y algo que están ganando ahora”.
“En el caso de Pablo Aguilar, para mí es un castigo de un año porque le da un cabezazo, un pechazo y aparte lo piso, y así viene reportado en la cédula; en el caso de Triverio, lo que yo veo en televisión para mí es una falta de respeto grave que debe de ser de seis meses, porque sí le da un empujón”.
Es por ello que los árbitros no cederán si es que los castigos no son modificados de acuerdo con lo que dicta el reglamento, “porque entonces sería perder y es algo que están ganando ahora”, dijo.
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