Mientras en la ciudad de San José, capital de Costa Rica, al judoca ecuatoriano Lenin Preciado le colocaban la medalla como campeón panamericano, paradójicamente en nuestro país, el presidente constitucional de la República, Lenín Moreno Garcés, le ponía la firma al decreto ejecutivo por medio del cual se fusionaba, por absorción, el ministerio de Deporte con el de Educación.
Fusión, absorción, desaparición o como se lo quiera llamar, en la práctica fue como un certificado de defunción del organismo rector del deporte ecuatoriano, que pasa a ser parte de otra cartera de Estado que tiene sus propios y gravísimos problemas, grandes conflictos y sus propios fantasmas.
“Todas las competencias, atribuciones, funciones. representaciones y delegaciones constantes en leyes, decretos, reglamentos y demás normativas vigentes que le correspondía al Ministerio de Deporte serán asumidas por el Ministerio de Educación y Deportes”, dice en otra partes el decreto.
También señala que: “Las partidas presupuestarias y todos los bienes muebles e inmuebles, activos y pasivos, así como también los derechos y obligaciones constantes en convenios y contratos u otros instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que le correspondían al Ministerio de Deporte, pasarán a formar parte del patrimonio institucional del Ministerio de Educación y Deporte”.
Entre las razones y justificaciones para esta decisión se indica: “Que es necesario realizar una optimización institucional que corresponda a las demandas sociales y económicas sobre las cuales se han definido prioridades”. Esto párrafo refleja que lamentable y desafortunadamente el deporte nacional no está entre las prioridades del actual Gobierno.
El asambleísta por Pichincha Sebastián Palacios asegura: “Esto no solo significa un retroceso en la autonomía, sino que puede producir graves inconvenientes en la planificación y masificación de las actividades deportivas a todo nivel, un derecho de los ecuatorianos que el estado está llamado a proteger” y solicita ser recibidos con una delegación del grupo parlamentario para presentar la preocupación.
¡Una decisión económica no puede frenar el crecimiento de un sector tan importante para el desarrollo del país!
La mayoría de los directivos de todos los niveles del sistema se quedaron sin reacción. Nunca dijeron nada. Por ahí algunos expresaron tibiamente que había que esperar para conocer los “detalles”.
El directorio de la Federación Ecuatoriana de Atletismo, con fecha 20 de abril, emitió un comunicado público: “Solicitamos de manera pública se revea la decisión que lamentablemente nos hace retroceder y antever que el deporte no será prioridad en la política pública de su Gobierno. Se solicita con respeto, consideración y con total firmeza que tal visión deberá ser cambiada. Una decisión económica no puede frenar el crecimiento de un sector tan importante para el desarrollo del país”, reitera.
Que nadie se haga el sorprendido, todos estábamos enterados de la intención. Voceros del Gobierno ya habían anunciado que es lo que se estaba preparando. Creíamos que es este espacio de tiempo, las organizaciones del sistema debían haber expresado sus ideas y pensamiento.
Las bases de la pirámide deportiva hasta la cúspide hicieron mutis. Ni los deportistas, tampoco los clubes, menos las ligas barriales, cantonales. Algo se movieron una que otras federaciones provinciales, la mayoría de las federaciones por deporte estaban mirando a otro lado. Fedenador que estaba intentando normar su existencia con nuevas elecciones y el Comité Olímpico Ecuatoriano tampoco mostraron su preocupación.
Como dice un viejo bolero del trío Los Panchos: “Ya es muy tarde para remediar todo lo que ha pasado”. Irónicamente Semplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo), que fue determinante para la creación del ministerio e influyente para su desaparición, en uno de sus informes señala: “Que el deporte trabaje más en conjunto con la Educación, Salud y el Ministerio del Interior. Se requiere impulsar aún más la movilización juvenil al deporte, potenciar las horas de educación física y optimizar la infraestructura deportiva”.
Esto ratifica lo que nuestro amigo y colega, Ricardo Vasconcellos Roado: “Los actuales directivos son funcionarios públicos a sueldo”. Nunca cuestionarán a la autoridad de turno, pues corren el riesgo que le cierren la llave de los recursos, sin lo cual no se puede desarrollar ni ejecutar nada.
Los profesionales de la actividad Física, Deportes y Recreación en carta abierta dirigida al titular del Ejecutivo y al pueblo ecuatoriano en extensa exposición de motivos: “Apelar a su sensibilidad y le tomamos la palabra que siempre ha repetido, desde el inicio de su mandato, dialogar con todos los sectores. ¡El deporte está de luto¡, por lo que le solicitamos un espacio de diálogo, con los que nos hemos formado durante muchos años en las aulas universitarias”.
¿Habrá que esperar que termine y pase rápido este periodo, que no tienen a la actividad física entre sus prioridades y refundar todo el deporte?
Se debe cambiar la fuente de financiamiento. Mejorar la distribución, control y fiscalización de los recursos. Recuperar la figura de los clubes, de las Asociaciones Provinciales y cambiar el criterio de que no hay recursos para torneos de categorías mayores. Sostener el Plan de Alto Rendimiento, replantear los Juegos Nacionales, eliminar el criterio de deportes priorizados, que es un ejercicio excluyente y marginador y, lo más importante, hay que elaborar un plan nacional que perdure por muchos años y que sea considerado política de Estado. (D)
Que nadie se haga el sorprendido, todos estábamos enterados de la intención. Voceros del Gobierno ya habían anunciado qué es lo que se estaba preparando.