Por primera vez en la historia de la Copa del Mundo, todos los eventos se llevarán a cabo utilizando un área de pit lane, es decir, si un atleta recibe tres tarjetas rojas se le pedirá que ingrese a dicha zona y permanezca durante un minuto para las competencias de 10 kilómetros, dos minutos para las de 20 km y cinco para los 50 km, después de cumplir el tiempo de sanción, podrán volver a unirse al evento. Sin embargo, si el atleta recibe otra tarjeta roja, será descalificado.
"Es un contentillo para aquellos atletas que nos los descalifican por primera vez y puede ser algo positivo ya que pueden terminar la prueba. Los que van adelante en la competencias sufrirán muchísimo porque si están por disputarse una medalla o entre los cinco primeros y los meten a esa zona, pues será muy frustrante o doloroso"; declaró el colombiano Éider Arévalo.
El mexicano Horacio Nava mencionó que esa regla es una forma de terminar la prueba pero sin ya una aspiración de conseguir algún podio o el objetivo planteado.
"Se me hace demasiado cruel que tras años de preparación no puedas terminar una prueba, y ahora hay esa oportunidad, pero consciente de que se te puede ir el resultado que anteriomente tenías", dijo Nava.
Sin embargo, hay marchistas que sienten que con esta regla aún tendrían posibilidades de recuperar el tiempo perdido tras aplicado el castigo.
"La marcha es una de las disciplinas en el atletismo que más ha necesitado evolucionar porque se veía que incluso el reglamento se quedaba anticuado, y ahora es un chip el que mide la pérdida de contacto con la superficie, es decir, que vayas flotando. Así que el Pit Lane hará topo emocionante porque ese mismo atleta que ha sido descalificado puede reincorporarse y a nivel de equipos será interesante", mencionó el marchista español Álvaro Martín.
Hace ya unos años, la IAAF implementó otra regla en la marcha atlética y era que si el atleta corría en los últimos 100 metros de la competencia sería descalificado.