La inauguración de los III Juegos Nacionales de Deporte Adaptado se realizó ayer en el coliseo Jefferson Pérez de Cuenca, con la presencia de representantes de quince provincias, aunque las competencias empezaron el pasado 28 de julio y finalizarán el 3 de agosto.
El juramento deportivo estuvo a cargo de Damián Carcelén, destacado medallista de oro y plata mundial de paraatletismo en los 400 metros planos. Acto seguido, el local Darwin Castro y su guía Sebastián Rosero llevaron la tea y encendieron el fuego olímpico, en compañía de José Rizzo, Anahís Lara, Kleider Aguas, representantes de las cuatro federaciones ecuatorianas por discapacidad.
Los Juegos son organizados con el apoyo del Comité Paralímpico Ecuatoriano, presidido por Bayron López; la Secretaría del Deporte; y la Federación Deportiva del Azuay, que la preside Miriam Ramón.
López y Ramón reiteraron su compromiso con el deporte nacional mientras dieron la bienvenida a los 150 representantes de las provincias de Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Imbabura, Guayas, Manabí, Napo, Los Ríos, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos, Tungurahua, Azuay y a la delegación de deportistas del Plan de Alto Rendimiento de deporte adaptado, que contagiaron de entusiasmo al público.
Andrea Sotomayor, secretaria del Deporte, en su discurso, destacó el esfuerzo que los atletas con discapacidad superan: “Nuestro objetivo es crear una sociedad más activa y saludable a través del deporte y la actividad física, lo hacemos también promoviendo la inclusión y la igualdad con las escuelas de iniciación deportiva para el deporte adaptado, y con el plan de alto rendimiento”, señaló.
Los Juegos Nacionales del Deporte Adaptado cuentan con una inversión de $ 120.000. Natación, taekwondo, bochas, tenis de mesa, baloncesto en silla de ruedas, fútbol sala, golbol, remo in y atletismo son las disciplinas en las que se competirá durante el torneo. (D)