Con la misma velocidad que Álex Quiñónez corrió la final en los Juegos Olímpicos de Londres del 2012, el esmeraldeño pasó al ostracismo, estuvo al borde del retiro, pero regresó para un nuevo ascenso meteórico que lo tiene entre los mejores atletas del mundo.
Quiñónez, corredor de 30 años, paró el cronómetro en 19.98 segundos durante la final de 200 metros planos del Mundial de Atletismo cumplido esta semana en Doha. Fue el tercer mejor registro para quedarse con la medalla de bronce, un logro destacado por el deportista, que cambia una historia que transcurrió años previos entre indisciplina y desavenencias con entrenadores.
El esmeraldeño se ausentó de las pistas, pero las buenas amistades no. Las atletas Ángela Tenorio y Marisol Landázuri lo convencieron de regresar y en el 2017 fue el renacer de su carrera para ser campeón en Juegos Bolivarianos (100 m), Sudamericanos y Panamericanos (200 m) y obtener el tercer lugar en el Mundial.
“Hace dos años no quería regresar y es por mis compañeras que estoy acá. Me lo propuse y estoy en el podio con una medalla de bronce”, dijo el atleta ayer, a su retorno al país.
Hace dos años no quería regresar y por mis compañeras estoy acá. Me lo propuse y estoy en el podio del Mundial 2019 con una medalla de bronce. Álex Quiñónez
Fue ese destacado regreso por el que Quiñónez recibió una felicitación especial del ganador en Doha, el estadounidense Noah Lyles. “Hablamos y me felicitó, me dijo que había leído mi historia, de estar retirado y volver”, contó el deportista.
Aunque Quiñónez destacó el bronce mundial, reveló que no fue su objetivo. “No éramos favoritos, pero sabíamos que se podía conseguir más. Se obtuvo el bronce, pero no se cumplió la expectativa; sin embargo, es una medalla”, dijo.
El clima caluroso y un primer anuncio de salida complicaron la competencia en Doha. “Me afectó, luego de eso uno se mantiene más cauto por no hacer salidas falsas y te retienes un poco para no quedar fuera de la prueba. Cerramos el año con este logro, muy importante, pero ya nos queda fijarnos en lo que se viene el próximo año”, comentó.
Quiñónez busca reponer fuerzas en el país, junto a su gente, en Esmeraldas. “Quiero regresar a casa, ver a mi familia, a mi mamá que no la he visto en ocho meses. Tengo un mes libre antes de empezar a trabajar y luego será poner la mira en Juegos Olímpicos”, concluyó. (D)