El título de esta columna nadie puede negarlo, salvo quienes no conocen la verdadera historia del deporte básico. Jamás olvidaremos que a Guayaquil, por los rotundos triunfos que cosecharon sus deportistas, se la bautizó como la capital deportiva del Ecuador. Hoy dista de aquello por los pésimos dirigentes que deambulan sin norte, salvo excepciones. El atletismo tiene presencia en Guayaquil desde los años 20 y sus practicantes clamaban por una pista que estuvo lista recién en 1940 en las calles Hurtado entre García Moreno y avenida del Ejército, anexa a la piscina Olímpica. Hay que ponderar a un personaje, ¿a quién? A un caballero y propulsor del atletismo: Víctor Emilio Estrada Ycaza, quien brindó un aporte económico para que el escenario luzca impecable y funcional para competencias oficiales locales e internacionales; en 1950 la pista lucía con una infraestructura de primer nivel y lleve con todos los honores su nombre hasta la actualidad.
Y precisamente en 1950 se realiza la primera etapa del Campeonato extraordinario de atletismo Bolivariano. La historia nos recuerda que el panameño Lloyd Labeach, un astro mundial, elogió al escenario guayaquileño como una de las pistas más rápidas del mundo. Palabras sinceras del primer velocista del mundo en los 100 metros en esa época.
Vamos a citar nombres del ayer que marcaron historia en el país como atletas, en su mayoría fueron formados en la pista Víctor Emilio Estrada: Alberto Jurado, Federico Navarro, Alfonso Drouet, Rómulo Viteri, Gustavo Maridueña, Víctor Zevallos, Carlos Barrezueta, Édgar Andrade, Andrés Fernández Salvador, Alfonso Escobar, Leonardo Heinert, Ana Julia Martínez, Carmen Matos, Carola Castro, Jacinta Sandiford, Aída Mawyín, Elvira, Fabiola y Gladys Quiñónez, Silvana Lasso, Arturo Flores, Luz María Cabeza, Jorge y Nancy Vallecilla, Álvaro Maruri, Leonardo Astudillo, Gustavo Gutiérrez, Sandra Ruales, Miriam Ramón, Fidel Solórzano, Janeth Caizalitín, Liliana Chalá, Rolando Vera, Alejandro Arrollo, Darío García, Cristina Infante; los hermanos Jacobo y Abdalá Bucaram, Leonidas Díaz, Hugo Núñez, Miguel Villacrés, Alejandro Flores, José Aroca, Luz María Quiñónez, Fátima Navarro, Lourdes Vega, Roberto Bobadilla, Martha Tenorio, Yolanda Quimbita, Silvio Guerra, Adriana Martínez, José Quiñaliza. De los mencionados algunos, una vez retirados, se convirtieron en excelentes entrenadores. Mi perdón por omitir otros nombres de atletas consagrados.
Los analistas del atletismo enaltecen en alto grado las actividades que cumplieron venerables dirigentes que dejaron huella, a entrenadores con una perfecta metodología y a deportistas que en cada competencia arrasaban con las medallas. En ese escenario emblemático, lleno de hazañas, se agigantó la grandeza del atletismo guayaquileño y de Ecuador. Tiempos deportivos de un ayer memorable.
Recuerdo que en ese espacio llegaron a entrenar equipos profesionales de fútbol como el Patria, Everest, Norte América o 9 de Octubre en trabajo físico; y las escuelas y colegios efectuaban los ensayos con sus atletas. Tanto en la mañana como en la tarde era un lleno completo de deportistas, y por cierto zumbaban las anécdotas, la hermandad, las vivencias y el respeto. A la hora de salida los atletas recibían jugo o frutas, luego a la casa a estudiar. Un ayer al que será difícil volver.
Hoy la Federación Deportiva del Guayas promete hacer mejoras en esa pista. Muy bien. (O)