La sonrisa al momento de cruzar la meta se repite del otro lado de la pantalla. Kimberly García le dedica sus dos títulos mundiales a todo el país en la breve conversación que tuvimos, pero sobre todo se dedica esos logros a sí misma y al esfuerzo de su familia para llegar a ser lo que es hoy: la mejor del mundo.
Ver noticia en El Comercio: DT