La historia de Lolo Jones es una de superación, esfuerzo y éxito. La atleta estadounidense, ganadora de dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo y de dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Bobsleigh, es un ejemplo de que no tener recursos no es un pretexto para no perseguir su sueño.
Nacida en una familia estadounidense con pocos recursos económicos que incluso los llevó a pedir asilo en una iglesia en la que durmieron algunas noches, pero eso no la detuvo a perseguir su sueño. Lolo Jones consiguió trascender más allá de la pobreza en la que estaba sumida, ir al colegio, graduarse y competir en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008 en la prueba de 100 m de valla.
A pesar de ser la gran favorita, no ganó tras el desequilibrio en el último momento. Pese a la decepción generalizada lo volvió a intentar en la edición de Londres en 2012, donde tampoco ganó, pero sí se confirmó la constancia de una mujer inspiradora.
Hija de un ex combatiente en la Guerra de Corea, Lolo Jones tuvo que superar la muerte de su padre durante la Nochebuena de 2021. Un problema más a su colección de tragedias en la que destaca una adicción a las compras, así como tratar de robar comida en los periodos cuando no tenía ni un dólar.
Con la muerte de su padre se le diagnosticó estrés postraumático, pero sólo era parte de un pasado en el que incluye una agresión sexual, un accidente de carretera e intentos de suicidio. Y, aunque su padre entraba y salía de la cárcel por casos de violencia y por beber alcohol en exceso, al final del día Lolo Jones argumenta que su padre la hizo valiente, en mensajes de redes sociales y a través de su documental Over It.
En 2022 fracasó en su intento de formar parte del equipo norteamericano que disputó los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
“Esta fue la última vez que salí de mi casa. Y honestamente la última vez que sonreí, 2022 ha sido uno de los años más duros de mi vida. A veces no salgo de mi casa durante días porque estoy muy deprimida”, escribió junto a una fotografía en la que aparece posando junto a una amiga publicada en octubre del año pasado.
Con sus participaciones en Beijing 2008 y Londres 2012, Lolo Jones es uno de los pocos ejemplos de éxito de deportistas que deciden cambiar de disciplina. Su pasado estaba relacionado a los 100 metros vallas hasta que decidió dejar los tenis para impulsarse como atleta en bobsleigh. Uno de sus grandes logros fue superar una operación de médula espinal y aún así quedarse con el cuarto sitio en suelo británico, a un lugar de las medallas olímpicas.
Su acercamiento con el espectáculo
Lolo no sólo se ha desempeñado en el deporte y también ha incursionado en el espectáculo. En el 2014 formó parte del reparto de la película “Desaparecidos sin rastro”, en la que interpretó a una asistente de aeropuerto. En septiembre de ese mismo año fue una de las celebridades que compitió en la temporada 19 de Dancing with the Stars, en la que formó pareja con el bailarín profesional Keo Motsepe, siendo ambos eliminados en la primera semana.
En 2017, Jones participó, junto con otros nueve deportistas profesionales, en la miniserie especial de MTV The Challenge: Champs vs. Pros; dos años después fue una de los doce invitados que compitieron en la segunda temporada de Celebrity Big Brother, fue eliminada en el episodio final; y a finales de 2020 se unió al elenco de la trigésima sexta temporada de The Challenge.
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