Parecía que la lluvia de un día antes a la edición 2017 del Maratón Lala, iba a apagar el entusiasmo que siempre caracteriza a la afición lagunera, pero fue todo lo contrario.
Muy fresca o fría para muchos fue la mañana dominical de este maratón, era inevitable ese paisaje lagunero de charcos en varias partes del recorridos, pero en donde los corredores sabían sortearlos sin problemas y con la convicción de que esta edición tenía un sello diferente.
Las porras, las familias completas con pelucas, máscaras, botargas etc., animaban al enorme contingente de corredores quienes buscaban la meta.
Entre las porras más características en el trayecto, resaltaba la numerosa de los "Ayup Runners" a la mitad del maratón en el kilómetro 22.
Personaje alusivo a "Forrest Gump" el siempre creativo "Checho" Ayup nunca dejó de animar a los participantes, junto con la numerosa familia quienes con música, matracas y gran actitud, dotaron de energía a los corredores.
Entre las porras más características en el trayecto, resaltaba la numerosa de los "Ayup Runners" a la mitad del maratón en el kilómetro 22.
Por el bulevar Independencia, en el kilómetro 23, el siempre llamativo Pole Dance atrajo las miradas de corredores, motociclistas y uno que otro auto que pasaba por el lugar.
Un grupo de Pole Fitnes integrado por puras señoritas, logró su cometido al desviar miradas de quienes hasta aminoraban el paso, causando que el tráfico de los motociclistas voluntarios a la carrera, prácticamente hicieran base en ese lugar.
LA FIESTA EN GRANDE
Por la avenida Juárez y calle Juan Pablos el ambiente era insuperable, cientos de familias animando y alentando a los atletas, apoyando con agua, chocolates, frutas y hasta masajes para quienes el cuerpo ya les cobraba factura.
Un gran acierto del comité organizador es la ubicación de la Banda Musical del Instituto Gómez Palacio, quienes incansables deleitan con su armonía y grandes temas que animan a todos los presentes a bailar y a los corredores a terminar con gran actitud.
JFR