El Air Canada Centre y todo Toronto se vistieron alistaron para recibir a sus Raptors en una nueva jornada dominguera de pura NBA. Lo que en ese momento los casi 20.000 espectadores no estaban enterados, es que serían testigos de una de las más increíbles hazañas jamás antes registradas por su equipo. ¡La mayor remontada de los últimos diez años!
Nunca subestimes el corazón de un campeón
La mayor hazaña jamás antes escrita por la franquicia canadiense se registró en la temporada pasada luego de obtener su primer campeonato en la historia y alcanzar el olimpo del basketball. Tras vivenciar aquél sueño muchas pesadillas despertaron en la casa de los Raptors, desde la salida del jugador emblema Kawhi Leonard y otros desajustes de pre-temporada. Sumado a eso, los de Toronto llegaban sin su mejor anotador Siakam y sin su mejor defensor Marc Gasol, descartados por lesiones.
Parecía que la noche no sería distinta, una más sin dormir con sueño. Los campeones vigentes sudaban frío de terror al haber transcurrido 3 cuartos de juego y estar siendo apabullados por más de 30 puntos frente a toda su gente. Hasta que Kyle Lowry sacó de la galera su anillo de campeón, mostró la chapa de quienes son y recuperó el amor propio para engrandecer a todo su equipo hasta reducir a lo mínimo a los Dallas Mavericks y diezmarlo en el cuarto final.
La remontada inicia cuando el tablero indicaba una desventaja de 85 a 55 faltando 2’ para terminar el 3Q, Kyle Lowry con fuego en las venas emboca de tres e inicia la rebelión de los campeones. El liderazgo de Kyle bombeaba el juego y hacía palpitar al equipo, con la presión la sangre victoriosa comenzaba a fluir cuando pasaban apenas 4 minutos del 4Q y la diferencia se acortaba a apenas 10 puntos. El estadio no temblaba, latía con el corazón de un equipo campeón.
"Nunca subestimes el corazón de un campeón". Así se expresó Rudy Tomjanovich después de que los Houston Rockets ganaran el anillo de 1995 con él como entrenador. Esa gran verdad se ha repetido centenares de veces después.
La rebelión en el parque jurásico
Los Raptors mostraban su instinto y sus garras, cuando pasaban 4 minutos y restaban 8 por jugar, la diferencia era apenas de 10pts luego de un triple de Lowry, quien heroicamente en una jugada inmediata se mete en tierra de gigantes y anota 2 más con falta incluida. La diferencia era de apenas 4 a falta de 6 minutos, la bestia andaba suelta y no lo podían frenar. ¡BANG! y una más de Kyrie Lowry, 2 puntos más y solo a una posesión de diferencia.
La adrenalina corría como lava en el Parque Jurásico de Canadá que parecía explotar y no de meteoritos, había más presión que dentro de un volcán y se le venía una embestida jurásica a los Dallas Mavericks, que no estaban invitados a la fiesta, formaban parte del sacrificio. Los Mavs, luego de contar en las manos con una victoria que parecía inminente y aplastante, finalmente perderían la racha de siete victorias consecutivas en la carretera.
El tirano mayor: Kyle Lowry, encabezó la rebelión firmando 20 puntos de sus 31 en el último cuarto, distribuyendo 10 asistencias y atrapando 8 rebotes. Acompañado en la ofensiva por Chris Boucher y Hollis-Jefferson, con 21 y 18 puntos respectivamente. “Definitivamente voy a ir a ver el partido de nuevo solamente por ver lo emocionante que fue y cómo empujaron los aficionados”, señaló Boucher tras finalizar el encuentro.
La remontada de la década
Los Raptors anotaron 55pts durante los primeros 33 minutos del partido. En los últimos 15 minutos, anotaron otros 55pts.
No fue una victoria más, los Toronto Raptors sumaron 47 puntos en 12 minutos y lograron la primera remontada de 30 o más puntos en la NBA desde que Sacramento Kings hiciese lo propio con Chicago Bulls el 21 de diciembre de 2009. Además, se trata de la mayor desventaja que ha sido capaz de revertir el equipo canadiense en su historia, superando los 25 puntos que remontaron ante Detroit Pistons el 11 de diciembre de 2010.
En Toronto sus guerreros saben de remontadas a puro remo, así llegó el primer campeonato contracorriente, en casa de los Raptors todos se mantienen despiertos y sus aficionados sueñan con volver a repetir días de gloria, como los de ayer, como los de hoy.