El Rally Dakar 2018 culminó con un saldo positivo para el Perú, país al que regresó luego de cinco años de ausencia. El desierto le devolvió la magia de antaño a la competición que ahora ya empieza a preparar su próxima edición. Organizadores y pilotos quieren seguir corriendo en nuestro país.
Las dunas peruanas hicieron recordar a la geografía africana, el hábitat natural del Dakar. Los miembros del Amaury Sport Organisation (ASO) trazaron un recorrido que le dio emoción y competitividad a una carrera que tuvo seis etapas en territorio nacional. Antes de entrar a Bolivia, la competencia ya había registrado un abandono del 25% de participantes.
RPP Noticias pudo seguir todo el recorrido del Rally Dakar y recogió comentarios positivos de miembros de la organización, como Ettiene Lavigne y Marc Coma. Incluso, muchos pilotos mostraron su admiración por la geografía nacional. “Me encantó la verdad, ha sido una parte muy bonita del Dakar. Ya cuando fui en el 2012 y 2013 me gustó muchísimo y espero que continuemos viendo a Perú en el Dakar", declaró la española Laia Sanz.
Fueron más de 500 participantes, cerca de 330 vehículos, 14 etapas de competición y casi 9000 kilómetros de recorrido. Todos conviviendo en enormes campamentos montados en medio del desierto, cuarteles militares o centros de convenciones. Una logística imponente que demandó una fuerte inversión económica, la misma que terminará siendo decisiva para determinar si el Dakar sigue pasando por el Perú.
Cuestión de cifras
El Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski invirtió cerca de 6 millones de dólares para organizar el Rally Dakar 2018. Todo a cambio de un retorno publicitario del territorio peruano a través de la difusión del evento en 190 países. Dentro de unos meses comenzará una negociación entre ASO y el Perú para que la edición 2019 pase nuevamente por nuestro país.
De parte de la organización la intención es clara. Ellos quieren seguir pasando por el Perú, pues su deseo es realizar un Dakar que recorra el Pacifico. Es muy probable que Chile regrese como anfitrión y solo faltaría negociar con Ecuador y Colombia. Bolivia y Argentina están en veremos. El primero puede ser descartado por las duras condiciones de su geografía, mientras que el segundo podría no seguir por cuestiones económicas.