En la Sudamericana 2017, en su debut internacional, Defensa y Justicia se dio el gusto de eliminar a San Pablo después de dos empates. Luego, fue eliminado por Chapecoense. Este jueves tenía un nuevo desafío, después de haber perdido 1-0 como local en la ida. Sorprendió al América con dos golazos, logró su primer triunfo como visitante y se clasificó para la segunda etapa de la Copa Sudamericana que se jugará después del Mundial.
Si algo tenía en claro el técnico Juan Pablo Vojvoda para pasar de ronda era que en el histórico estadio Pascual Guerrero de Cali tenía que hacerse dueño de la pelota. Demostrarle a su poderoso y experimentado rival que a pesar del corto recorrido internacional, podía sorprender. Eso hizo Defensa. Desde el primer minuto buscó marcar el ritmo del partido, con presencia en el mediocampo y juego asociado. También se le hizo más fácil de lo previsto porque el equipo colombiano, tranquilo por la victoria lograda en Varela, se limitó a ser un inofensivo anfitrión.
El golazo de tiro libre el Fernando Cuqui Márquez a los 13 minutos no puede confundirse con una jugada aislada en la que el equipo argentino encontró el gol. La falta llegó después de una buena jugada combinada que terminó con la falta de Herner a Márquez, quien definió con un derechazo seco y rápido que se coló en el ángulo izquierdo del arquero Bejerano. No se conformó Defensa con el 1-0. No se retrasó. Por el contrario, buscó aumentar la diferencia. Estuvo cerca Barboza, también de tiro libre, pero la pelota se apenas por arriba del travesaño. La primera llegada del local recién pudo contabilizarse sobre los 29 minutos, pero Lisandro Martínez cerró bien y alejó el peligro. Después, estuvo cerca Angulo de tiro libre, que también se fue desviado.
Aunque en el arranque del segundo tiempo América intentó imponer presencia y logró que el equipo argentino se retrasara algunos metros, la vocación ofensiva de la visita nunca mermó. Cuando Leonel Miranda se adueño del balón en el medio, a los 19 minutos, tenía tres opciones de pases -tres compañeros hacia los costados- contra tres defensores locales que se iban cerrando. Pero se tuvo confianza: le pegó con precisión y empezó a sellar la clasificación.
Tampoco se conformó con el 2-0, aunque los colombianos ya necesitaban dos goles para cambiar la historia. Tuvo el tercero Márquez pero se lo anularon por previa posición adelantada de Lucero. Y hasta el final nunca resignó posiciones y redondeó una noche inolvidable con el tercer tanto marcado por Nicolás Fernández, tras un horror de la defensa local. Ahí quedó en evidencia la postura del equipo: no se amilanó ante un rival histórico, confió en su poder ofensivo y dio el gran golpe en Cali.