Pocas veces las tablas de posiciones del béisbol de las Grandes Ligas se muestran tan reñidas como en la presente temporada. En cada uno de los seis grupos (en la Americana y la Nacional) hay mucha paridad de fuerzas por lo que existe poquísima distancia en los primeros lugares.
Veinte equipos, del total de treinta organizaciones, están en dura lucha, es decir, el 67 % se encuentra en pos de la cima. Cuatro están a la espera de agarrar una buena racha y de la recuperación de sus jugadores estrellas, que aparecen en la lista de lesionados y por ahora lejos de los líderes.
Todo está tan reñido que de un día para otro muchos equipos pueden escalar o perder la punta. Así es como están de emotivos los partidos y la lucha por captar la punta. Cuando faltan por jugar algo más de cien encuentros y esperar pasar el síndrome de la mitad de la temporada, la contienda más pareja de todas es la que libran los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston, en la división Este de la Liga Americana. Los del Bronx totalizan 30 triunfos y 13 derrotas (tienen 2 duelos aplazados con los Nacionales) con gran accionar desde la loma de Luis Severino, quien ha mejorado notablemente su rendimiento y acumula siete victorias. Y los rojos, con Rick Porcello, con seis ganados desde el montículo para 32 victorias y 15 perdidas.
En la división Central el poder con el madero de Trevor Bauer y lanzadores abridores muy efectivos mantienen al tope a los Indios de Cleveland, que suman 22 ganados y 23 perdidos, perseguidos por los Mellizos de Minnesota con 19-23, los Tigres de Detroit, a tan solo 2 y medio juegos de diferencias.
En el Oeste los Astros lideran con 30-18 y tienen el mismo poder ofensivo de la temporada pasada, más el brillante desempeño desde la loma de Justin Verlander, que sumó 2.500 ponches en toda su carrera. Están a solo dos juegos de ventaja de los Marineros de Seattle y tres sobre los Angelinos de Los Ángeles; estos últimos poseen un gran poder ofensivo.
En la Liga Nacional, en las zonas Este y Oeste, están a solo medio juego de distancia entre el primero y segundo lugar. En el resto es muy cortita la diferencia, lo que le da a esta campaña un matiz especial. Son los Bravos de Atlanta, en el grupo del Este, la gran sorpresa de la campaña. En los últimos años estuvieron muy por abajo y esperaron pacientemente a que maduraran sus prospectos, que con el paso del tiempo se convierten en figuras, muestran una gran ofensiva y ahora están en la cima con 28-17. Les pisan los talones los Filis de Filadelfia, que también tienen una nómina renovada con récord de 26-18. Esto quiere decir a medio juego de distancia.
Los Mets de Nueva York están terceros, a dos detrás de los lideres; y por último los Nacionales de Washington, que están en la cuarta ubicación.
En la división Central están los Cerveceros de Milwaukee, con 28-19; escoltado por los Cardenales de San Luis, Cachorros de Chicago y los Piratas de Pittsburgh, todos estos emparejados a un solo juego y medio debajo de los líderes.
En el Oeste, los Cascabeles de Arizona, con 25-21, poseen el mejor cuerpo de relevistas, perseguidos por los Rockies de Colorado –a medio juego– y Gigantes de San Francisco, con una levantada, a dos. Hay un grupo de seis clubes que ronda el frío sótano de los últimos lugares: Orioles de Baltimore, Reales Kansas City, Rangers de Texas, Marlines de Miami, Rojos de Cincinnati y Padres de San Diego.
Entre los equipos que guardan esperanza de recuperar espacios perdidos está los Dodgers de Los Ángeles, que cuenta con el rol de pago más caro, pero lo afectan las lesiones de sus grandes figuras, como Clayton Kershaw, su mejor carta desde la loma. Por ahora están a cinco juegos detrás de los punteros. Este mal arranque podría convertirse en una recuperación, que es lo que sus fans esperan. Otros que anhelan el milagro son Mantarrayas de Tampa Bay, Azulejos de Toronto y Atléticos de Oakland.
Si la temporada terminara hoy los playoffs se jugarían entre Yankees y Cleveland, Houston ante Boston en la Liga Americana. Bravos de Atlanta contra los Cerveceros y Filis midiendo a Arizona en la Nacional.
Se lleva todos los aplausos en el departamento ofensivo la pareja poderosa de Mookie Betts y J. D. Martínez, de Medias Rojas: están ‘matando’ a la pelota. Betts es el mejor bateador de todos, con .365. También comanda el renglón de jonrones, con 15, y está entre los mejores impulsores de circuitos con 32. Martínez lo sigue con .343, 15 cuadrangulares y 41 impulsadas. Es en la actualidad la más poderosa ofensiva de Grandes Ligas y destroza a los lanzadores. (O)