29/03/2024

Alexandra Escobar: Estos son mis últimos Juegos Panamericanos

Martes 30 de Julio del 2019

Alexandra Escobar: Estos son mis últimos Juegos Panamericanos

Pesista esmeraldeña quiere clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para retirarse definitivamente.

Pesista esmeraldeña quiere clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para retirarse definitivamente.

Lima -

Fue una ovación conmovedora la que se escuchó la noche del lunes pasado en el coliseo Mariscal Cáceres de la Escuela Militar de Chorrillos. Ocurrió al final de la participación de la pesista ecuatoriana Alexandra Escobar, quien obtuvo la medalla de plata en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Para la esmeraldeña y para quienes atestiguaron el gesto del público, fue un momento inolvidable.

También hubo aplausos y vítores, que fueron un reconocimiento a la larga trayectoria de la esmeraldeña que, a sus 39 años, le dio dura batalla a las consideradas favoritas.

La tres veces campeona panamericana agradeció la espontánea muestra de cariño del público limeño, pero luego, en charla con este Diario, Escobar dijo que le pide perdón “al pueblo ecuatoriano por no haberle entregado medalla de oro (estuvo a solo un kilogramo de conseguirlo)”.

  • Alexandra Escobar logra medalla de plata en 59 kg, en Juegos Panamericanos Lima 2019

La pesista nacional que más lejos llegó a unos Juegos Olímpicos (cuarta en el 2016), y que parece eterna con casi dos décadas de éxitos internacionales, explicó por qué pide perdón. “Es que ellos (los ecuatorianos) están acostumbrados a que les lleve el oro. Me sentí triste al principio, pero luego me dio mucha alegría ver el cariño de quienes me conocen”.

Sobre la contienda deportiva en la división de los 59 kg, Escobar relató que fue “una competencia complicada” desde el comienzo. “Todas las pesistas colombianas y venezolanas son superduras y yo no era favorita en esa categoría. Dos competencias atrás me había ido bastante mal, mucha gente pensó que estaba al final de mi carrera, que era hora de retirarme; cosas así. Pero les demostré que aún no es mi tiempo. Lo que sí puedo asegurar es que fueron mis últimos Juegos Panamericanos”.

La halterista esmeraldeña, nacida el 17 de julio de 1980, con una leve sonrisa se refirió a su medalla de plata: “Gracias a Dios, todo salió bien y se hizo una buena competencia”.

Sobre los cambios de peso para su primera salida (estaba con 114 kg pero inició con 117 kg), la incombustible Escobar resaltó el plan elaborado para los Panamericanos de Lima. “Los entrenadores tienen su estrategia. Ya conocen a las rivales y ya sabían cómo teníamos que ir. Por eso, en los últimos entrenamientos, siempre hacemos ese modelaje de cómo vamos a salir, depende mucho del entrenador esa parte”.

Riesgo asumido

Pero la medida tomada por su cuerpo técnico también podía ser un arma de doble filo. Escobar, que se subió al podio panamericano por cuarta ocasión (tres veces antes lo hizo para ocupar el sitial más alto), añadió que en realidad sí fue riesgoso el cambio de peso, pero ella estaba segura de que podría hacerlo.

“Yo sabía que podía levantar suave con 120 kg y si iniciaba con 117 kg, no había problema”, explicó la deportista, que ha cubierto toda una época, y de forma brillante, en la historia de la halterofilia tricolor.

En la modalidad de envión la colombiana Camila Lobón empezó con 119 kg, luego subió a 122 kg y finalizó con 124 kg para adueñarse del oro. Sobre la adversaria cafetera, Escobar comentó: “Hay veces en que ponen (ese peso) como una estrategia para bajarle la moral a uno. Por eso uno siempre debe hacer lo suyo. Sabía que ella es fuerte porque ha llegado hasta 125 kg, pero no me sentí opacada y por eso tratamos de sacarle kilos en el arranque y que no tomara mucha diferencia”.

También el azar estuvo del lado de Escobar cuando la colombiana Rosive Silgado se blanqueó (falló) en las tres salidas del envión. Según la tricolor, la pesista tomó demasiados riesgos. Si Silgado levantaba los 129 kilos en el tercer intento, habría sido primera; Lobón, segunda; y Escobar, tercera.

Pero el final fue distinto y Escobar se marchó de Lima con su cuarta presea en unos Panamericanos, certamen del que ahora se despide pero dejando una huella profunda.

“Estaba nerviosa porque no sabía cuál sería la ubicación final, pero también contenta porque sí sabía que había hecho una buena competencia. Realicé cinco levantamientos buenos y un blanqueo”.

‘Un pequeño error’

Sobre ese fallo, en la tercera salida del arranque Escobar reconoció: “Fue falla mía porque me dio un poquito de temor. Me demoré mucho en despegar (levantar la barra) y cuando te demoras mucho, la cabeza empieza a pensar otras cosas y hay una desconexión entre lo que uno quiere hacer y lo que se hace. Fue un pequeño error que me costó la medalla de oro”.

Y el mérito de la alguna vez campeona del mundo es una formidable demostración de su vigencia. En la plataforma de los 59 kilos hubo deportistas más jóvenes (21, 22, 25 años), pero con casi cuatro décadas de vida la esmeraldeña las puso en jaque. “Estoy muy feliz porque les di buena pelea. Aunque quería la presea de oro, la plata también tiene valor”.

Y como dice una parte de la canción La flor de la canela, de la legendaria Chabuca Granda, “ahora que aún perfuma el recuerdo, ahora que aún se mece en un sueño”, Escobar, todavía en gran momento deportivo, se fue ovacionada. Su mejor manera de agradecerle al público limeño fue lanzarle besos, unir la manos que minutos antes levantaron un peso descomunal y mirar al cielo.

El adiós está cerca

Al término de su diálogo con EL UNIVERSO, dijo que tiene dos metas: ir al Mundial que entrega cupos a los JJ.OO. 2020. Y si clasifica por quinta vez a esa cita, dejará los zapatos en la plataforma y así retirarse.

 

Ese triunfo se lo dediqué a mis ángeles, que me cuidan desde el cielo: mis padres, mi esposo, mi suegra. Y en Esmeraldas a mi hijo (Dominik)". Alexandra Escobar Guerrero, pesista ecuatoriana, medallista de plata

(D)

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