Felipe Monteiro asoma la cabeza. Tras un arranque de curso en el que había quedado relegado al último lugar en la rotación de centrales, el brasileño ha aprovechado los dos últimos choques de Liga para evidenciar que su concurso puede resultar muy interesante para el Atlético de Madrid.
El central, de 30 años, fue reclutado el pasado verano con la firme idea de reforzar una parcela que había dicho adiós a Diego Godín y Lucas Hernández, pero hasta hace apenas una semana su rol era absolutamente secundario. De hecho, tras lo visto en pretemporada y en el comienzo de la actual campaña daba la sensación de que el zaguero figuraba como cuarta opción para el eje de la zaga, tras José María Giménez, Stefan Savic y el también recién llegado Mario Hermoso.
Sin embargo, tras el choque ante el Celta de Vigo, el primero en el que pudo actuar como titular, su situación ha variado. En el citado partido, el canarinho exhibió una tremenda solvencia, un poderoso juego aéreo y una notable capacidad para manejar el balón, cualidades que agradaron a un Simeone que optó por volver a situarle en el once inicial frente al Real Mallorca. En este segundo choque, Felipe mantuvo la línea y resultó decisivo para que el Atlético obtuviese una importante victoria a domicilio.
La irrupción del ex del Oporto se antoja un bendito problema para el Cholo quien, de cara al derbi de este fin de semana ante el Real Madrid, tendrá a su disposición varias opciones para configurar la zaga. Ya que Hermoso es ahora mismo el cuarto en discordia, queda por saber si el entrenador argentino volverá a apostar por el dúo conformado por Savic y Giménez o si dejará a alguno de ellos en el banquillo para aprovechar el buen momento que atraviesa el de Mogi das Cruzes.