Carey explicó a través de una carta que la suspensión del Gran Premio de Francia, previsto a finales de junio, no alterará los planes del campeonato de arrancar la temporada en Europa. En julio, agosto y principios de septiembre la Fórmula 1 prevé desarrollar la primera parte de la actividad competitiva.
Así, la primera cita se disputaría en Austria entre el 3 y el 5 julio. La temporada continuaría en Europa, Asia y América y concluiría en diciembre en Abu Dabi, habiéndose completado entre 15 y 18 carreras.
"Las primeras carreras se disputarían sin seguidores, pero esperamos que puedan ser parte de nuestros eventos según avance el calendario. Todavía tenemos que trabajar algunos procedimientos con los equipos y con nuestros socios para entrar y poder operar en cada país", indicó Carey.
En su misiva subrayó que la "única" prioridad sigue siendo garantizar "la salud y la seguridad" de todas las personas involucradas en los Grandes Premios.
"La Federación Internacional de Automovilismo, los equipos, los promotores y nuestros socios han estado trabajando con nosotros en estos pasos y queremos agradecerles su apoyo y esfuerzo durante este tiempo desafiante. También queremos reconocer el hecho de que los equipos nos hayan apoyado, al tiempo que hacían esfuerzos enormes y heroicos para construir ventiladores para ayudar a los infectados por la COVID-19", afirmó el director general de la Fórmula 1.
Casey apuntó que todos los planes previstos están sujetos a cambios, dado que hay muchos aspectos del coronavirus que son desconocidos.
"Todos queremos que el mundo vuelva a ser como lo conocimos", deseó.