Las tres medallas de oro que alcanzó Kelin Juliana Jiménez en el Campeonato Mundial Juvenil de Levantamiento de Pesas, organizado por la Federación Peruana de este deporte, no llegaron por casualidad, sino que son producto de un trabajo exigente y continuo, refiere la halterista.
A sus 17 años, la pesista nacida el 4 de febrero del 2003 en el cantón San Lorenzo, Esmeraldas, lleva ocho en la actividad. Con las tres preseas doradas completó 49 preseas, de oro, plata y bronce, en sus diferentes participaciones.
Por su condición económica dice que debió emigrar, junto a su madre y cinco hermanos, de su tierra natal hasta Ibarra; intentó jugar fútbol, pero recibió la propuesta para entrenar con pesas. "Como siempre me gustó el deporte me animé y no me arrepiento, sigo aquí", refiere la también estudiante de tercer año de bachillerato, quien dice que conocía que las pesas "eran un deporte de fuerza y que formaba muy bien el cuerpo".
Kelin señala que, como su familia no tiene casa propia, aceptó la propuesta de la Federación Deportiva de Imbabura para vivir en la residencia deportiva de esta entidad, sitio donde reside hace dos años.
La primera participación nacional de la triple campeona mundial fue en el Campeonato Nacional Infantil del 2016, realizado en Cuenca: "Alcancé tres medallas de plata en la división de los 58 kilogramos y supe que podría mejorar", menciona.
De allí, tuvo la oportunidad de competir en el 2018, en el Campeonato Sudamericano de Colombia, pero no asistió por problemas en su pasaporte y en la inscripción. Eso no la desanimó y volvió para actuar en el Campeonato Sudamericano realizado ese mismo año en Guayaquil, donde alcanzó seis preseas doradas.
A pesar de ser esmeraldeña, no ha defendido a la provincia blanco y verde, y se justifica al manifestar: "Deportivamente empecé en esta provincia (Imbabura) porque vivo en Ibarra desde los nueve años con mi mamá y mis hermanos, pero por problemas económicos ellos se regresaron y yo me quedé sola".
Sus entrenamientos
Pero en el último Mundial, sobre cómo llegó Kelin a superar a halteristas de Estados Unidos, Austria, Taipei, Gran Bretaña, entre otros países, dice que es por realizar un trabajo fuerte: "Hasta el momento cumplo un trabajo muy duro acompañada de mi gran entrenador Ernesto Dovales, y seguimos preparándonos para el Panamericano Juvenil en línea, que será esta semana, y yo actuaré desde el gimnasio Franklin Jurado, de Ibarra".
Kelin, a pesar del éxito, señala que no tiene ningún referente: "No quiero ser como nadie, quiero ser yo y escribir mi propia historia. Quiero llegar a una Olimpiada y ganar la medalla de oro para Ecuador".
En el último Mundial, la tricolor levantó 95 kilos en el arranque y 120 en el envión, llegando a 215 kg en el total olímpico; mientras que la estadounidense Alyssa Ballard, que fue segunda, levantó 191 kg en el total olímpico: "Saqué muchos kilogramos de ventaja porque mi entrenamiento es de calidad".
En su corta carrera, la halterista ecuatoriana dice que no ha pensado en abandonar las pesas, "pero sí he sentido que ya no puedo seguir, pero siempre he creído que puedo avanzar, por eso me encomiendo a Dios siempre. Rezo antes de cada competencia y trato de controlar los nervios".
Kelin Jiménez señala a su madre, María Quiñónez, como la persona que siempre la ha apoyado y la considera como una guerrera. En su éxito reconoce el apoyo de su entrenador y su familia.
Durante la emergencia sanitaria, la campeona mundial indica que se fue a San Lorenzo, pero allá no pudo entrenar un mes y al ver la necesidad de estar en forma, le pidió ayuda a su entrenador, quien le facilitó implementos para sus prácticas, lo cual reconoce.
A diferencia de otros halteristas, que se sienten más tranquilos compitiendo telemáticamente, Kelin dice que ella siente muchos nervios: "Me siento un poco más nerviosa al ser virtual porque pueden suceder muchas cosas; entre otras, pararse el internet y no dar válido el movimiento. Ya me sucedió, pero pudimos arreglar eso a tiempo".
La hoy representante de Imbabura señala que desearía graduarse en Entrenamiento Deportivo en la universidad y reconoce a la campeona sudamericana Emily Anangonó, de Imbabura, como su mejor amiga.
En las pesas, los deportistas dominan más, por su biotipo, el arranque o el envión. Kelin señala que sus mejores registros los ha obtenido en el envión.
Kelin tiene dos hermanas que se dedicaban al deporte. Jéssica (16 años), quien fue halterista, y Claudia (19), que fue campeona nacional de boxeo, pero ambas se retiraron "porque les faltaba amor a su deporte", según su hermana halterista.
Kelin señala que la Fedeimbabura solo le ayuda con la alimentación y la estadía; mientras que de la Secretaría del Deporte recibe una ayuda de 400 dólares, vitaminas y zapatos, pero requiere una mejor alimentación y más ayuda económica e implementación deportiva para poder cumplir con sus metas. (D)